Por Agencia.-
Sin demasiado ánimo para entrar en polémicas, con la lección bien aprendida tras el malestar que generaron en las oficinas del PSG sus comentarios hace unas semanas acerca de un futbolista como Kylian Mbappé, Zidane se mostró cauto de nuevo a la hora de valorar a la joven estrella del equipo francés, que este martes volverá a pisar el Santiago Bernabéu, en el penúltimo encuentro del Real Madrid en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
«Lo conozco desde hace tiempo. Y yo estoy enamorado de él primero como persona», aseguró Zidane, consultado, de nuevo, por su admiración hacia Mbappé. «Vino aquí a hacer una prueba hace mucho tiempo, así que mañana no será la primera vez que venga a Madrid. Pero, eso sí, lo hará como rival, así que no puedo decir nada más», indicó el técnico del Madrid, que se mostró seguro de la presencia del atacante junto a Neymar en el once inicial del PSG. «Creo que van a jugar los dos, por lo que no me planteo preparar el equipo sin uno de ellos. El de mañana es un partido importante para todos los jugadores, y tenemos que estar preparados todos. Sabemos la situación, que ellos están haciendo una temporada magnífica, y que la exigencia que vamos a tener va a ser superior a la de los partidos que hicimos hasta ahora. Eso nos gusta, nos gusta jugar contra rivales muy buenos, y tenemos que estar todos preparados, yo el primero», añadió el francés.
Cansado de valorar la situación particular de Bale respecto a la afición, que le recibió con pitos el sábado en el Bernabéu durante el partido contra la Real Sociedad después del episodio con la bandera galesa, ZZ sí que lanzó un mensaje cuando se le recordó que en ese mismo partido Ramos también fue silbado por su error en el primer gol. «Sentir a nuestra afición cerca es importante para cada jugador, y es un plus si están con nosotros, porque el jugador lo nota. Queremos que estén con nosotros siempre, desde el minuto 1 al 90», indicó el francés.
La derrota que cosechó el Madrid en el Parque de los Príncipes en el estreno europeo (3-0) sembró las dudas en un vestuario que desde entonces solo suma una derrota en 12 partidos (ante el Mallorca), y que acumula seis victorias en los últimos siete encuentros entre Liga y Champions. «No va a ser una revancha, solo tenemos ganas de demostrar nuestra calidad y continuar con la regularidad que llevamos. El de mañana es un partido para confirmar esta dinámica. Lo que pasó en París, pasó», aseguró Zidane, antes de dejar claro que no siente que su situación en el banquillo no pueda volver a comprometerse si regresan los malos resultados. «La situación puede cambiar otra vez, porque depende de hacer buenos partidos. Yo estoy contento porque veo cada día mejor al equipo y es lo que me preocupa», resolvió.
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