Por Felipe Martínez Chávez
Güémez, Tamaulipas.- Administrado por Morena, en este municipio no hay la austeridad republicana que pregona el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El uno de enero el alcalde Luis Lauro Reyes Rodríguez echó la casa por la ventana para “celebrar” el 271 aniversario de la fundación del pueblo, en lo que se interpretó también como el arranque de la precampaña por su reelección.
Día completo de “festejos”: Desde las mañanitas a las seis de la mañana, almuerzo y cabalgata a las siete; comida, jaripeo, callejoneada y bailongo hasta la madrugada del siguiente.
Comida y bebidas alcohólicas a discreción, tal y como es el “sello de la casa” desde que gobierna el Movimiento de Regeneración Nacional.
Es el “día” de Luis Lauro, mejor conocido como “Erick”, y así lo entienden sus colaboradores al cumplirle cabalmente sus caprichos.
Una y otra vez ordena que desde el equipo de sonido corran la melodía “El Rey” con Vicente Fernández, tal y como disfruta las fiestas de aniversarios ejidales en plan de fiesta.
Entre el arrullo de “hago siempre lo que quiero” y “mi palabra es la ley”, el presidente llegó a la plaza principal acompañado del senador Américo Villarreal Anaya -quien vino a “cuerpearlo”-, para comer acompañados de 300 cabalgantes y “todo el que quiera comer”.
Los de a caballo y empleados municipales se identifican con camisolas color guinda con el emblema del 271 aniversario de Güémez. Cientos de ellas se mandaron elaborar para la ocasión.
Aquí no hay austeridad o “aprietes de cinturón”: Rifaron sillas de montar, caronas, costales de alimentos, pacas y ¡Un potrillo!. En total 45 premios.
Un maestro de ceremonias al servicio del ayuntamiento identificó al cuaco como apalusa, al que dijo impusieron el nombre de “20-20” y exhortó al premiado a que le conserve su nombre.
Reyes Rodríguez se siente con la reelección en la bolsa. Está con su esposa Valeria y su hija Camila, la “mano santa” que da vuelta a la urna que contiene los boletos de rifa.
Momentos después el arranque del jaripeo. Todo improvisado. Los prestadores del servicio aportaron desde las corraleras portátiles, toros y el equipo de monta hasta el animador y los payasos.
Diez montas estilo San Luis, Colima, Rodeo y Lazo con ganado del rancho La Joya (de Abasolo) y los Reyes del Jaripeo de Xicoténcatl.
A las siete de la noche la primera “callejoneada” en Guémez, idea del alcalde. Para encabezarla fue contratada la Banda de Viento Sacramento de Ciudad del Maíz, San Luis Potosí.
Todo sea por la reelección.
Una hora después el baile popular amenizado por Los Gómez de Güémez, “traídos directamente desde la tierra del filósofo”, y Los Huapangueros de Hualahuises, Nuevo León.
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