Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los buenos propósitos para el año que recién comenzará siempre son tema de conversación entre amistades y la familia. En enero, muchas personas hacen un balance de su vida y se marcan nuevas metas que de la noche a la mañana, si no es que antes, se desvanecen.
Bajar de peso, inscribirse en un gimnasio, hacer alguna actividad física y leer más son algunos de los principales propósitos que los victorenses quieren cumplir.
“Comer más sano, ir al gimnasio y cuidar la salud”, son los propósitos de Paty y Daniel; “me quiero proponer ya no tener una vida tan sedentaria”, dijo Miguel, mientras que Xavi Sáenz agrega: “mantener mi cuerpo saludable y atlético”.
Leer más, ser más espiritual y ejercitarse aún más para tener mayor flexibilidad es uno de los retos de Dany
Pero lo importante no es fijarse propósitos, sino cumplirlos. Por ejemplo, realizar una actividad altruista como dar comida a personas de la calle, es un propósito que Xavi no ha podido llevar a cabo.
“Mi propósito siempre había sido hacer dieta y ejercicio, pero a medio año terminamos olvidando esos objetivos”, reconoció Gladys.
“Nunca he cumplido mi propósito de bajar de peso, pero espero lograrlo en este 2020”, expresó Claudia Julieta. Por su parte, Liz admite que le ha costado trabajo alimentarse saludablemente porque al final cede a la comida chatarra.
Especialistas en el tema afirman que solo entre un 15 y 20 por ciento de las personas lograr alcanzar sus metas.
El sociólogo Luis Humberto Garza Vázquez afirma que cualquier meta que se proponga realizar debe ser concreta y a un plazo razonable. Es necesario saber qué es lo que queremos y que tendríamos que hacer para lograrlo.
“Más que nada creo que uno no toma con seriedad cuando hace sus propósitos o cambios que uno desea durante el año. La cuestión es preguntarnos qué es lo que tengo que hacer para lograrlo. Porque si siempre hacemos lo mismo, vemos y leemos lo mismo y siempre hablamos o frecuentamos a las mismas personas, que quizá no compartan esos objetivos, es muy difícil que cambien las cosas y de que se cumplan los propósitos”.
Por ejemplo, dijo, alguien que desea mejorar su salud y alimentación difícilmente lo logrará si sigue comiendo y haciendo lo mismo, en lugar de activarse o inscribirse en un gimnasio y cambiar de hábitos alimenticios.
“Si seguimos haciendo más de lo mismo pues vamos a seguir obteniendo más de lo mismo; entonces se trata de hacer cosas diferentes para lograr algo diferente. Algo que ayuda mucho es la auto motivación, enamorarse de lo que uno quiere, porque cuando hay motivación y pasión es más factible que se venzan obstáculos”.
Lo que uno quiere y hacia dónde se dirige debe ser un asunto serio y muy claro, explica el también catedrático de la UAT, y añade que cada meta exige algún esfuerzo. Por ello es mejor proponerse pequeñas metas que sepamos seremos capaces de lograrlas. Redactarlas, publicarlas y repetirlas diariamente puede ayudar a cumplirlas.
“Debemos analizarlas y ver si son factibles o no, y si dependen de mí o de otras personas, pero una vez escritas también ayuda mucho visualizarse que está uno trabajando en esos propósitos a largo, mediano y corto plazo”.
Al final, añadió el catedrático de la UAT, es mejor pocas metas pero realizables que muchas que nunca se van a cumplir.
Por último, y por separado, Paty y Gladys admitieron que “regularmente hago ocho propósitos, pero solo cumplo dos o tres”.
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