Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Fue creada el uno de enero del año 1901, primer día del primer mes del siglo XX.
La Sociedad Mutualista «Alianza Obrera Progresista» de ciudad Victoria es la organización más vieja de la capital, aún más que los sindicatos.
Va para más historia.
Nació en plena época de Don Porfirio, cuando no se permitían partidos ni grupos cívicos y menos con fines políticos. Por eso la filosofía de la mutualidad, hermandad entre los hombres.
En su tiempo -aunque no permite actividades políticas- fue la organización más poderosa de la capital de tal forma que, para ser alcalde, se requería el apoyo de los mutualistas.
Por muchos años los candidatos ofrecían al grupo dos regidurías, o bien la vicepresidencia.
Además, la primera que prestó servicios asistenciales (consulta y medicina), mucho antes que el IMSS y el ISSSTE.
Y sigue brindando atención a los desposeídos.
En una edición de dos tomos, Don Francisco Ruiz dejó testimonio cronológico de la Alianza en 1951, cuando el primer medio siglo de su organización.
El Comité de Festejos del cincuentenario fue presidido por el empresario José Sierra Torres, y en la Comisión de Corrección y Estilo figuraban personajes como Ciro R. de la Garza, Lauro Rendón Valdez, Epigmenio García y Gil Peña, políticos y funcionarios públicos.
Además, el presidente de la Alianza era Don Zenón Araujo.
Documentos de la edición nos dicen que la fundación estuvo a cargo del médico Cipriano Guerra Espinoza, que viene siendo bisabuelo de Américo y Emilio Villarreal Guerra, el primero ex Gobernador.
En mayo de 1900 había hecho algunas consultas con el Gobernador Guadalupe Mainero y el diputado Adalberto J. Argüelles.
Dice la historia que un caso fortuito vino a consolidar la idea del grupo: Una epidemia de gripe que obligó a la comunidad victorense a apoyarse mutuamente.
Estaban conscientes que el gobierno de Don Porfirio Díaz no permitía la unificación de los ciudadanos. Sin embargo a Mainero le gustó la idea y fue testigo del acta constitutiva, en reunión efectuada en el viejo Teatro Juárez, frente a la Plaza Juárez, hoy Palacio de Gobierno.
De hecho los asistentes venían de celebrar el inicio del año y del nuevo siglo.
Mainero se aventó un gran discurso y prometió que los estatutos del grupo se imprimirían, gratis, en los talleres del Gobierno.
La promesa quedó incumplida porque el Gobernador murió en seguida en las instalaciones de lo que era el Palacio de Gobierno, hoy presidencia municipal de Victoria.
De los mutualistas han salido gobernadores de Tamaulipas: Emilio Portes Gil, Magdaleno Aguilar, Juan Rincón, Treviño Zapata, Enrique Cárdenas y Américo Villarreal. Los que siguieron no voltearon a ver a la organización.
A lo largo de los años hasta un 99 por ciento de los socios del grupo eran de la clase obrera, aunque dirigidos por políticos.
En Victoria hay seis grupos mutualistas, pero el más grande es la Obrera Progresista, con 427 miembros, y le sigue la Guadalupe Mainero, que también tiene sus años.
Ellos entienden el mutualismo: “Como una doctrina que nos enseña a tratarnos como hermanos. Nos decimos hermanos porque estamos unidos, nos ayudamos cuando más se necesita, en una enfermedad, pérdida de la libertad (cárcel), o en la muerte”.
Llegaron ser una organización nacional fuerte con sede en La Paz, Baja California Sur, cuyo gobierno donó dos hectáreas para fincar las instalaciones.
Es ahí donde se encuentran documentos del mutualismo mexicano desde 1843 a la fecha. Ahí están las actas constitutivas de la Alianza victorense. Aquí solo resguarda copia.
Aunque el médico Guerra fue el fundador, el organizador, el primer presidente fue Ascensión Gil. Para abril, del 1901, había 173 socios, de ellos un 80 por ciento eran obreros.
Pero la membresía fue bajando considerablemente, dado que no tenían para pagar sus cuotas y, si no lo hacían, se les expulsaba.
En 1902 ingresaron como socios honorarios personajes como Fermín Legorreta, General Rómulo Cuéllar, Domingo Lavín, Ernesto de Keratry, Juan B. Tijerina, Blas Escontría y el general Lázaro Garza Ayala.
Desde un principio estaban ubicados en el 12 Matamoros.
Inicialmente pagaban renta por una casa de techo de palma y paredes de tierra. Pero en 1905 se la compraron a su dueña, Ángela Treviño de Rojas, después de una serie de negociaciones dado que un hijo de ella, menor, se negaba a que se hiciera el trato.
Antes los mutualistas compraron un terreno en el 15 Juárez y Zaragoza, que rentaron, pero luego vendieron.
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