Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Vaya que nos equivocamos en el diagnóstico de alianzas de jure y de facto entre partidos políticos, para las elecciones del 2021 en Tamaulipas.
Según el proyecto demoniaco denunciado por el gobierno de López Obrador, atribuido al BOA –Bloque Opositor Amplio-, irán juntos “en los distritos con mayor rentabilidad” el PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y México Libre, todos “conservadores” y enemigos de la 4T.
La principal pregunta ¿es posible?. La respuesta es que sí. Pueden más los intereses y el deseo del poder por el poder que ideologías, plataformas o sentimientos.
Nos colocamos en el caso –sin conceder- que dicho proyecto “confidencial” sea verdad. Es que bien pudo haber salido de los propios sótanos del poder morenista para exhibir a sus enemigos.
De que es posible, lo es. De los mencionados, al único partido al que le queda un poco de “dignidad” es al PRI. Por largos años sus malquerientes se unieron en amasiatos y “recostones” con el único fin de sacarlo de Los Pinos. Lo lograron dos sexenios a partir del año dos mil, y la operación la repitió un solo individuo en 2018.
Es como echar en el mismo costal a Dios y al Demonio, o conjuntar el agua con el aceite, pero posible al fin. Ya lo habían realizado el PAN y PRD.
Lógico que, como mayoritario, la punta de lanza deberá ser Acción Nacional y en torno suyo los candidatos con perfil de triunfadores.
A los otros dos, PRD y Movimiento Ciudadano, no les queda ni pizca de vergüenza. Estuvieron con el ganador, en este caso el PRI, hasta el último peso.
En Tamaulipas es de sobra conocido el entreguismo de los perredistas para alcanzar migajas de las mieles del poder. Mantienen la tendencia solo que con otro partido.
Movimiento Ciudadano, desde su creación, se ha especializado como esquirol. Una más no sería raro. Es la divisa de su eterno líder Dante Delgado Rannauro, ahora contrapunteado con López Obrador.
La noticia sería el comportamiento del nuevo partido, México Libre, el de Jelipe y Margarita, si es que el INE les concede el registro. Podría hacer alianzas de jure hasta el 2024 pero en la práctica contribuir para sacar a Morena de Palacio Nacional.
Pues bien, la fórmula para derrotar a Morena está lista. Después de la exhibida en la “mañanera” de este martes, nadie ha aceptado la autoría del proyecto. Real o ficción es posible llevarla a la práctica.
Por lo demás se repite la historia de los conservadores contra el sistema de izquierda. Reverdecen tiempos de los “encapuchados de Chipinque”, aquella reunión de enmascarados, muy secreta y reservada que los empresarios del Grupo Monterrey efectuaron en la sierra de San Pedro Garza García para planear acciones de derrotar al Presidente Luis Echeverría.
Esta coalición es posible, y más todavía. El propio AMLO urgió a los mexicanos la semana pasada, a definirse. En su concepto no hay medias tazas: Solo liberales y conservadores.
Tema delicado pero lo impulsa ampliamente. Quiere un país de dos, los que están con él o en desacuerdo con sus políticas de transformación.
El y los suyos representan la honestidad y la limpieza; los otros son la corrupción. Los empresarios son la reacción, los pejistas el cambio de México.
Si la prensa es crítica, es conservadora. En este tenor, los principales medios nacionales son sus enemigos.
Ya encarrerados, hay que decir que dos sopas solucionarían muchos problemas de los mexicanos. Si la competencia electoral se da entre dos partidos, liberales y reaccionarios, nos ahorraríamos dinero en campañas. No habría necesidad de mantener a tanta panza aventurera.
La autoridad electoral está a punto de dobletear el número de partidos registrados, de 7 a 14 para jugar en el 2021, y eso no es nada bueno en un gobierno que hace por la austeridad Republicana.
Resumiendo: Si le hacemos caso al BOA, en Tamaulipas marcharán juntos a la aventura electoral los partidos anteriormente señalados, más los que se acumulen de aquí a enero cuando se deben registrar las coaliciones o alianzas.
Una buena solución. Mucho menos gasto y más fácil para el ciudadano tomar la decisión de por quién votar ¿no lo cree usted?.
Por cierto, el INE le contestó de inmediato al vocero presidencial que dio lectura al “Proyecto BOA”, en que alcanza parte de lodo.
“El INE no está ni a favor ni en contra de postura política alguna, sino que su rol, como árbitro de las elecciones, es el de ser garante de la neutralidad”, respondió oficialmente sin imponer nombres.
Sobre el tema, diversos actores externaron sus puntos de vista.
El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca retuiteó el comentario de la GOAN: “Estamos atendiendo los dos temas centrales que agobian a las y los mexicanos: Salud de las familias; ingreso de los hogares. Pensar en otros temas en este momento no es responsable ni serio. Urgimos atender la aflicción de la gente”.
Américo Villarreal Anaya, el senador, dio a entender que el panfleto fue elaborado para difamar a la 4T.
-Se dio a conocer un documento llamado “Rescatemos a México” hecho por el Bloque Amplio Opositor, una estrategia para difamar al Gobierno de México. No es correcto que propaguen la mentira y el divisionismo social.
Insistimos ¿quién elaboró el mamotreto?, ¿los liberales o los conservadores?.
Un 10 de junio más. Parece que ya se olvidó.
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