Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En la campaña política del 2018, el independiente por el VII distrito electoral federal (cabecera en Madero), Pedro Barragán Nuño, omitió reportar al INE el gasto “por una gorra textil” de propaganda por valor de 63 pesos.
La falta fue considerada como “grave ordinaria”, de tal forma que se le impuso una sanción de 75.49 pesos.
En dicha elección solo jugaron dos aspirantes por “la libre”. El otro, Juan Jesús Mansur Oudié, recibió sanciones por una cifra cercana a los cien mil pesos por irregularidades próximas al medio millón.
Al final de la tarde, después de morder el polvo en las urnas, a Nuño le fue “bien”. El INE le exigió 21 mil varos por sus omisiones.
Seguro que a ambos no les quedaron ganas de volver a ser candidatos al Congreso Federal, ¿acaso al Congreso Estatal?. No es un día de campo para quienes se atreven a ir por la ruta sin partido.
El 2021 no será excepción en la rigurosa fiscalización para quienes pretendan buscar la privilegiada nómina de los 500 diputados.
Ir en solitario fue “moda”, causó sensación entre aquellos que nunca alcanzaron la postulación por un partido, pero hoy el ambiente no es muy propicio para ellos. No hay condiciones para perder dinero, tiempo y pasar corajes que pueden costar hasta la vida.
Mansur Oudié obtuvo ingresos por un millón 920 mil pesos y le quedaron en caja 320 mil. De ahí pagó la multa y lo demás se regresó al Instituto Electoral.
Lo “juntaron”, entre otras cosas, porque “olvidó” reportar la renta de 12 mesas, 120 sillas, equipo de sonido, servicio de coffee breack, pódium y una lona protectora para sol por una cantidad superior a los 17 mil pesillos.
Casos como estos desalientan la participación para postularse a cargos de elección, aparte del mínimo de firmas ciudadanas.
La experiencia también es de Francisco Arellano Conde, originario de Soto la Marina pero avecindado en Victoria, quien luchó en el mismo proceso por ser candidato en el V distrito. Quedó descalificado por irregularidades en el levantamiento de firmas. No pudo vencer en los tribunales.
Le metió lana pero no llegó a las boletas.
En ocasiones es ignorancia sobre procedimientos como es el mismo caso de Arellano, que sencillamente “olvidó” presentar 16 contratos de comodato por el uso de vehículos para la campaña.
Además lo multaron por algo que no tiene sentido: Reportar cuatro eventos después de su realización.
De plano Magdaleno Morales Valadez, también del VII, Madero, mandó “al carajo” las instrucciones del INE. No pudieron multarlo ¿con qué información?.
Se me hace que el “sistema” debe dar más facilidades a los libres para que estén en posibilidad de llegar al poder legislativo. Los partidos ya “rindieron”, están desgastados por tanta corrupción de sus ¿líderes?.
Pareciera que las reglas están encaminadas a eso, a “espantar” a quienes buscan luchar solos.
Son pocos los que hoy sabemos que quieren ir por su cuenta en busca de los cargos por elección. Es el caso de Víctor Tello Pecina, de Madero, médico de profesión, a quien se le metió la idea de postularse por la presidencia de la petrolera.
Promotor deportivo, premiado por el Presidente AMLO y con reconocimientos en otros países, el galeno cree que tiene los méritos para disputarle la nómina a Adrián Oseguera Kernion, de Morena, encaminado ya rumbo a la reelección (del “señoritingo” Carlos Fernández Altamirano nadie se acuerda).
Los independientes no han tenido mucho éxito en Tamaulipas, ni lo tendrán. Bueno, a menos que desde instancias gubernamentales se les otorguen apoyos para vencer a los de casa por pleitos domésticos.
Garbanzo de a libra el asunto de Héctor “El Sapo” de la Torre Valenzuela, en Llera, que va para cinco años en el poder -lleva una reelección- y tiene la intención de seguir manejando el municipio a través de la postulación de su esposa.
Más atrás fue presidente por el PAN. Son ocho años casi al hilo como dueño de vidas y destino de los llerenses.
En caso de imponer a su mujer o una de sus hijas, los historiadores le podrán llamar cacicazgo.
En 2016 el Instituto Electoral registró a 22 “suspirantes” libres por diputaciones y 43 por las presidencias. Al ocultarse el sol quedaron 14 y 34 respectivamente, y uno para gobernador, Francisco Chavira Martínez.
Tres años después, en 2019, alcanzaron registro once aspirantes a diputados por diez distritos pero ninguno ganó.
La pregunta es ¿cuántos en el 2021?. Estamos hablando de los que en verdad son competencia y no esquiroles acostumbrados a “alquilarse” al mejor postor y “vender” a sus escasos seguidores.
Tema aparte, la diputada Olga Sosa Ruiz sigue bateando fuerte desde el Congreso Federal. En los últimos dos días ha tenido tres intervenciones, una de ellas para exhortar a las autoridades tamaulipecas a legislar en materia de violencia digital y aprobar la minuta sobre Paridad de Género Total, según el marco normativo del Congreso de la Unión.
Casualmente este martes la Comisión Permanente de la 64 legislatura aprobó reformas al Código Penal en cuanto a los delitos contra la seguridad y libertad sexual, y fue recepcionada iniciativa que adiciona la Ley de Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes para penalizar el cyberbullying, grooming, el robo de información, acoso cibernético y el sexting, entre otros.
Discussion about this post