Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El llamado “Frente nacional anti-AMLO” (Frenna), no reunió los millones prometidos, pero si algunos miles que desfilaron con la derrota a cuestas por algunas avenidas de la CDMX, el sábado anterior. Esta pudo ser la última convocatoria de esta organización nacida para perder. En realidad no es ninguna sorpresa porque se esperaba que no acudiera el pueblo que está con AMLO, sino empleados de empresarios involucrados, “acarreados” bajo el respectivo pago y uno que otro fundamentalista que ha hecho del rencor su ocio favorito.
Por ahí estuvo el líder Gilberto Lozano conocido ya por sus dislates psicológicos muy cercanos a la locura, que le han valido la expulsión de importantes empleos y el reproche de capitanes dinerosos y antiguos aliados.
Es un tipo raro, dicen, ahora mismo desesperado porque sus “plantones”, además de ridículo causan lástima y en algunos casos se convierten en circo gratuito para el respetable. Eso de “las casitas de campaña voladoras”, sigue siendo tema de anecdotario urbano.
Lozano ordenó el desalojo del Zócalo la semana anterior y algunos de sus partidarios no lo obedecieron. Ha de saber que estos indisciplinados por poco pasan a convertirse en héroes de su causa, cuando estuvieron a punto de ser agredidos por ciudadanos inconformes con su presencia. De haber sucedido, Frenna se hubiera declarado víctima de represión y con ello recibir el apoyo del resto de los adversarios de la 4T que esperan cualquier pretexto para atacar y ofender al supremo gobierno. Pero nada pasó gracias a que la Sheinbaum adivinó la jugada enviando a sus polis a controlar la situación, lo que incluyó seguir respetando su libertad de expresión y garantizar su seguridad.
El asunto es que Frenaa agoniza. Por ello no extraña que Lozano se juegue la última carta, exhortando a un paro de pago de impuestos, enunciado aprovechable solo para efectos sensacionalistas y publicitarios en los medios de comunicación y columnas de “analistas” defensores de los regímenes neoliberales.
“El loquito” Lozano supone que la república se detendrá con el solo llamado anti fiscal donde por supuesto, también convoca al sector empresarial, sin reparar en las consecuencias. Obnubilado como se encuentra, no repara en que los principales perjudicados serán los señores del capital cuando sean requeridos por las autoridades correspondientes. Ignora que sufrirán la misma suerte de las grandes empresas que se acostumbraron a privilegios hacendarios por los que fueron obligadas a responder, además de ser exhibidas por abusivas, mala paga y gachas.
Pero los empresarios no son tontos y saben que el supremo gobierno no está dispuesto a tolerar más influyentismo, mucho menos que se boicotee la economía nacional y con esto perjudicar la obra social y material puesta en marcha por la 4T.
Ya veremos quiénes se atreven a retar a las autoridades declarándose en paro fiscal. No serán los grandes consorcios, ni la clase media que en la adquisición de cualquier artículo contribuye con lo que le corresponde, tampoco los campesinos y productores que jamás como ahora reciben apoyo oficial, ni los adversarios tradicionales de AMLO que ya saben a qué le tiran, mucho menos el pueblo común, solidario por convicción con el proyecto transformador…¿entonces quién?.
Frenaa agoniza insisto y el “Sí por México” no acaba de nacer por la sencilla razón de que no cuenta con respaldo popular, ni lo tendrá en tanto la causa que defienden permanezca alejada del interés nacional, es decir, mientras sus organizadores sigan conservando el nada honorable título de traidores a la patria. En este sentido no es fortuito que quienes encabezan este último grupo se la lleven con cuidado, después de las “balconeadas” que con frecuencia les receta AMLO. No me gusta la expresión, aunque sí la comparación, respecto de que la raza repudia la actitud conservadora parecida a las de cualquier monarca medieval…hablan, califican, desacreditan y amenazan como si estuvieran investidos de poder divino…Haga de cuenta que con su presencia construyen a modo la realidad.
Ya parece que la república se paralizará por mandato de sus majestades, no solo en cuanto a la rebeldía fiscal, sino para cumplirse el capricho de que AMLO abandone la presidencia a pesar de los treinta millones de votos a su favor, o “más pior”, ignorando que en estos afanes están más solos que aquel “llanero” de las viejas historietas del viejo oeste, que finalmente fue abandonado hasta por “Indio Toro”, su compañero de aventuras.” ¡Arre Silver!”.
¿Qué pretenden estos neo promotores del odio?… ¿ofrecer la silla presidencial a un príncipe extranjero o investir a uno de los suyos , bien como imitador del “emperador” Iturbide, bien como “alteza serenísima” al estilo de Antonio López de Santa Anna?. De estos mexicanos con alma, pensamiento y sueños de monarcas de rancio abolengo, todo se puede esperar. No sería novedoso cuando su ascendencia lo intentó una y otra vez y una y otra vez fueron derrotados vergonzosamente.
No son las circunstancias, pero de que los oligarcas tienen la esperanza de ver a México convertido en colonia extranjera, eso-que-ni qué. Por eso enmuina, encorajina y da náuseas que unos cuántos insistan en decidir el destino de la república, acorde a sus privilegios y vocación de ladrones y saqueadores, pasándose por “el arco del triunfo” la experiencia histórica.
¡Ah, bruto!.
¿QUÉ LES PASA CHIQUILLOS?.
Margarita Zavala y Felipe Calderón son pero bien tercos. No tienen partido porque les fue negado el registro, pero desean aprovechar el club que organizaron para hacer negocio durante el tianguis electoral del próximo año. De ahí que oferten “alianzas” con el color que sea (incluso con el PAN de donde fueron literalmente expulsados), no hay fijón, simplemente se trata de ganar “una lanita” para seguir apostando al engaño.
No tienen nada que ofrecer, pero se hacen la ilusión que aún son amados por el neoliberalismo y saqueadores que lo integran, pero la verdad es que por todas partes les hacen “fuchi-guácala” y cómo no, si el sexenio calderonista más que una pesadilla, fue una catástrofe que hasta sus “cuates” quieren olvidar…¿A poco “el comandante Borolas” supone “borrón y cuenta” a la administración del despilfarro?. Nada más de recordar la compra del avión presidencial dan ganas de recordarle lo que usted imagina, y eso es lo menos, me cae.
El asunto es que Margarita y Felipe aparecen hasta en los anuncios de ocasión de los periódicos, proponiéndose como amuletos para atraer votos en las próximas elecciones.
Desde luego que es una vacilada cuando ni los partidos formales de oposición se ponen de acuerdo. Y es que las ambiciones son muchas, los espacios pocos y la competencia se multiplica porque la política sigue siendo la mejor forma de vivir espléndidamente a costa de los demás…y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
Se ve y se siente que a los senadores ya les andaba por “quemarle la cola al diablo” sin violar la ley: morenistas, panistas, priistas, etc., al fin fumaron, pero no la pipa de la paz, sino sendos “churrotes”, al tiempo que aprobaban “el uso lúdico” de la mariguana…que Dios los perdone.
Y hasta la próxima.
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