Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- A menos que suceda algo “raro”, de esas cosas que suelen darse en la política, los partidos Verde Ecologista y del Trabajo jugarán asociados con Morena en la competencia por las alcaldías y diputaciones locales.
El acuerdo fue tomado por el Consejo Nacional guinda, autorizando formas de “coalición flexible” en los 32 estados, que bien pudiera ser total o parcial, bajo candidaturas comunes o alianzas.
Compañeros de aventura en el 2018, a los petistas les fue bien en lo federal. En Tamaulipas perdieron el registro.
En la práctica se antoja que Morena no necesita guajes para nadar ¿cuántos votos le pueden generar los hijos de Beto Anaya? En 30 años no han sido capaces de ganar -por sufragio directo- una sola alcaldía (el PRI les “prestaba” votos).
Son siglas de eternos vividores de la política.
El órgano de dirección nacional acordó además que pueden ir matrimoniados -o en amasiato- “con partidos locales afines a la 4T” (que no hay en esta tierra).
En otras entidades más avanzadas democráticamente que Tamaulipas, como Colima y Chihuahua, la tercia buscará regidurías y sindicaturas.
Para aquellos que tienen dudas de ir solos o acompañados en esta aventura, como el jefe estatal del Verde, Ricardo Gaviño Cárdenas, el CEN de Morena da la oportunidad de rechazar coaliciones en lo local.
Gaviño es gente joven, de buena fe, sin vicios políticos. Lo malo es que ya le encasquetaron gente perversa y corrupta como un Tomás Gloria Requena, del PRI, que dejó temblando a San Fernando cuando fue alcalde.
Otra fichita que le pueden imponer se llama Jesús González Macías, el eterno propietario de las siglas, o alguno de sus corifeos que no ganaron una elección pero vendieron caros sus favores al entonces tricolor en el poder.
Hablando de otros temas, el INE ya tiene un expediente sobre presuntos “actos anticipados de campaña” del senador Ismael García Cabeza de Vaca y su partido, el PAN, por aquel volante que repartieron en abundancia por los 43 municipios, y que para los observadores fue el arranque de la precampaña azul.
El detalle es que el engrudo se les hizo bolas a los “bravos” del Instituto, y se vieron en la necesidad de preguntar a los magistrados del TRIFE sobre qué hacer. Ya no se quieren equivocar.
Con fecha 12 de noviembre del presente, quedó abierto el expediente SUP-AG-191-2020 en que aparece como actor la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral de la Secretaría Ejecutiva del INE.
Según un oficio de la Subdirección de Procedimientos Administrativos Sancionadores, quieren saber “quien es la autoridad competente” para intervenir ¿el Senado?, ¿el IETAM?, ¿el TRIELTAM?. Es tema que va para largo.
Presuntos delitos: Actos anticipados de campaña, violación al principio de neutralidad y al modelo de comunicación política, cuando “en varios domicilios de ciudad Victoria se colocó propaganda impresa a través de una especie de cuadernillo”.
Este martes se reúne el Tribunal Electoral de Tamaulipas para resolver en pleno sobre once asuntos. Nada del otro mundo pero son temas mediáticos.
Uno de ellos es tocante a la designación de la presidenta sustituta de Victoria, Pilar Gómez Leal, según recurso ciudadano que presentaron el ex candidato a la misma alcaldía, Eduardo Gattas Báez, Odilia Almazán Aguilar y otros. Más que nada van sobre el Congreso del Estado por emitir los decretos.
Hay que anticipar que los recursos van a ser declarados improcedentes.
También los temas de Salvador Rosas Quintanilla y Rigoberto Ramos Ordóñez, precandidatos en Nuevo Laredo y Reynosa, respectivamente del PAN y Morena, que se inconformaron por una sanción consistente en “amonestación privada”, por presunta propaganda personal, que les impuso el IETAM.
Por cierto, los órganos superiores de justicia electoral descalificaron impugnación contra el Senado de la República, por convocar a la designación de dos magistrados, luego que el Congreso estatal decidió reducir el órgano de cinco a tres integrantes.
Parece que Acción Nacional equivocó el camino. No tiene competencia para contradecir al Senado. En todo caso debió haber sido el Congreso o el Gobernador.
Después que se cierre el proceso 2020-21, allá por septiembre, tendrán la oportunidad de reencausar su inquietud, que tiene mucho de bueno en eso de la austeridad. Lo malo es que para ese entonces se estará preparando la nueva elección, la de Gobernador.
Seguiremos muy pendientes de quiénes vienen de magistrados, de si ahora sí serán gente de Morena o el PAN seguirá con influencia para decidir.
Antes de irnos, vaya que en el medio periodístico nunca termina uno de verlo todo.
Ha surgido un folklórico individuo llamado Joel González Hernández, de ciudad Victoria, que quiere ser candidato independiente a Gobernador. Inició su precampaña -con dos años de anticipación- pidiendo el apoyo (a través de un video) de ciudadanos “de los 32 municipios de Tamaulipas”.
Dice ser hijo de un henequenero y quiere llegar a ser “el señor Gobernador”, para generar servicios que más bien son competencia de los ayuntamientos: Agua potable, drenaje, limpieza pública, alumbrado, vialidades.
Quiere hacer mancuerna con una Mónica Sánchez -igual desconocida en la farándula política- que quiere la alcaldía de la capital.
Por lo pronto hay que decirle que la de Gobernador es hasta el 2022.
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