Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Decidió Frenaa levantar este sábado el plantón instalado desde el 23 de septiembre en el zócalo de la CDMX. Gilberto Lozano quien aparece como dirigente de dicho movimiento anti-AMLO, pretextó que se hizo “por seguridad” cuando todos sabemos que por parte de las autoridades se blindó el lugar, justo para evitar confrontaciones con los partidarios de la 4T.
La realidad es que el señalado plantón fue un fracaso más de los conservadores. El ridículo mayor fue cuando volaron las casas de campaña, ante el regocijo ciudadano y “la muina” de sus organizadores que no encontraron argumentos para esconder su vergüenza.
El hecho ratificó además, lo que también se sabía, es decir, que todo era parte de una parodia bajo objetivos publicitarios. Fue del dominio público que “los manifestantes” eran escasos y contratados, hasta que finalmente fueron abandonados a su suerte, sea que no les pagaron más, los dos mil pesos quincenales prometidos, según reveló a un medio televisivo una madre de familia “acarreada” para el efecto.
De manera que el zócalo capitalino ya está libre de contaminación reaccionaria y se apresta a servir de marco a los festejos revolucionarios y probablemente al mensaje presidencial con motivo del ascenso a la Presidencia de AMLO. Por supuesto que ambos eventos han de realizarse con toda precaución y de manera virtual debido a la pandemia que como sabéis, rebasa el millón de contagiados y bordean las cien mil defunciones…una verdadera tragedia que nos afecta a todos cuando la naturaleza es incontrolable y en algunos estados siguen apostando a que le vaya mal a México.
El asunto es que Frenaa al dejar el plantón en el centro histórico de la capital, reconoce su fracaso y así lo transmite al resto de los nacionales que ven con enojo al neoliberalismo que, en lugar de agregarse a la trinchera desde donde se lucha contra la problemática, prefieren convertirse en obstáculo dañando sin escrúpulos a la república y sus habitantes.
Desde luego que los conservadores jamás serán solidarios, por el contrario, este tipo de circunstancias son las que aprovechan para traicionar y perjudicar a la nación. Ahora mismo, por ejemplo, están convocando a sus partidarios a una concentración el próximo 21 de noviembre en la CDMX. Dicen que “serán millones”, lo cual no es creíble dado que es evidente el rechazo popular, pero los cientos o miles que se reúnan automáticamente se convertirán en agentes potenciales de contagio del coronavirus.
Pero eso no les importa, lo que buscan son espacios publicitarios en los distintos y poderosos medios de comunicación que por obvias y sobradas razones, los apoyan. Es parte de la violencia que promueven y difunden como heraldos del caos y la catástrofe que históricamente han deseado para México. ¿Usted cree que las bandas de hombres y mujeres que salen a las calles a destruir y agredir, lo hacen por iniciativa propia?. ¡Claro que no!, están patrocinados y aleccionados por empresarios partícipes del saqueo de que fue víctima el país durante los gobiernos priistas y panistas. En este sentido AMLO ha tenido el acierto de desenmascararlos una y otra vez. De manera que sabemos quiénes son “y de qué pata cojean”.
¿Y qué tal los políticos como Marko Cortés, dirigente del PAN, Enrique Alfaro Ramírez gobernador de Jalisco, Jesús Zambrano el PRD, Diego Fernández de Cevallos o Felipe Calderón, convertidos en profesionales de la discordia?. ¿Y qué decir de capitalistas al estilo de Gustavo de Hoyos de Coparmex y Claudio X. González cuyo odio contra AMLO les desborda el alma y el pensamiento llevándolos a un estado de incurable enfermedad?.
Está claro que los enemigos de la democracia, las instituciones y las familias mexicanas tienen nombres y apellidos, algunos de los cuales sin duda fueron partícipes de la corrupción e inmoralidad que prevaleció durante el reinado del neoliberalismo. Por ello también les enardece que la justicia tenga bajo la mira a ciertos próceres de la inmoralidad como Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto. Y que algunos otros sufran los rigores de la ley como Emilio Lozoya o Rosario Robles Berlanga.
En estos casos la madeja se deshilacha, dejando al descubierto la podredumbre de un sistema cuyos “logros”, entre otros, fue el empobrecimiento de las dos terceras partes de la población, la destrucción de la industria nacional, la entrega sin condiciones del patrimonio público al capital local y foráneo y de igual forma más de la mitad del territorio y sus recursos naturales.
Y con tal pasión los conservadores traicionaron a México que de no triunfar la oposición encabezada por AMLO, a estas horas la nación sería apenas un apéndice de los grandes consorcios internacionales.
De lo que ahora se trata es de rescatar en lo material los recursos naturales, en lo político la democracia en todas sus manifestaciones, en lo moral la dignidad de la república y en lo social la justicia plena. Es una tarea gigantesca que no sabemos cuánto tiempo lleve, pero de que se ha de lograr, eso-que-ni-que. Hay decisión en un líder a quien no acobardan provocaciones de los conservadores solo alentados por la insaciable ambición de riqueza y la pasión enfermiza por el poder al servicio de una minoría.
Quedamos en que el repudio popular lleva de fracaso en fracaso a los adversarios de la 4T, sin que sus amenazas hagan mella en el ánimo mayoritario de salvar a México al costo que sea necesario. Esto incluye el posible encarcelamiento de algunos ex presidentes y conocidos políticos y empresarios engendrados por la corrupción.
¡Ah, bruto!.
MILLONES QUE SE ESFUMAN
Es de sobra conocido que el próximo año se llevará a cabo “la madre” de todas las elecciones en México, para lo cual los partidos contarán con dineros generosamente proporcionados por los contribuyentes. Ya se sabe que sumarán 7 mil 159 millones de pesos los cuales seguramente no serán utilizados en su totalidad para promover las respectivas candidaturas. Digo, si recordamos la costumbre de los líderes partidistas de aprovechar algunos de tales recursos en provecho personal.
Lo cierto es que a MORENA le tocarán 2 mil 195 de tales milloncejos; al PAN 1213; PRI mil 143; PRD 567.4; PT 498.2; PVEM 542.4 y al MC 523. Más algo “pa’l chiquitiaje”, que incluye el partido de Elba Esther Gordillo, para complementar la cifra total.
El asunto es que dichos dineros poca utilidad pública dejan y más bien enriquecen a políticos y candidatos ambiciosos, es aquí donde adquiere sentido la petición de AMLO respecto de que las organizaciones debieran renunciar a la mitad de tal prerrogativa entregándola al supremo gobierno para beneficio social.
Usted dirá que el pedimento suena
ingenuo y hasta inocente y tiene razón. ¿Sabe cuándo se desprenderán los
líderes partidistas de los millones que como gracia les caen del cielo?. ¡Jamás
de los jamases!, porque su mayor debilidad es por la plata, con rarísimas y
contadas excepciones.
Nada más eche un ojo a quienes se han eternizado en las dirigencias de algunos
partidos. Otros menos cínicos “nomás le dan vuelta” y quedan donde mismo, sea
“cerquita de la caja de las galletas”. Y ni modo que sea invento.
Ahí te hablan, Lucinito.
SUCEDE QUE
Américo Villarreal Anaya va como delegado de MORENA a Sinaloa para el proceso electoral del próximo año avalado por Mario Delgado. “Que lo vean, quienes tengan ojos, que lo oigan quienes tengan oídos”.
Y hasta la próxima.
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