Por Redacción
Ciudad de México.- El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) inicia la tercera etapa del “Programa de Apoyo Emocional y de Ayuda Humanitaria Asistido por Perro”, el cual amplía la exitosa terapia de interacción afectiva con el pug Harley “El Tuerto” a las y los trabajadores de hospitales en otros estados, informó el Director General, Luis Antonio Ramírez Pineda.
Destacó que el personal de salud es el recurso más importante y sensible de la dependencia, principal bastión para enfrentar al COVID-19 y, a ocho meses de estar al frente de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, todas sus unidades médicas han atendido a más de 40 mil pacientes, por lo que la Dirección Normativa de Salud, a cargo de Ramiro López Elizalde, y el Comité Institucional de Salud Mental, combinan esfuerzos e integran el Proyecto de Harley “El Tuerto” para expandir sus beneficios.
Ramírez Pineda especificó que se llevarán a cabo visitas y recorridos por primera vez a los Hospitales Regionales de Veracruz, en el puerto; “Presidente Juárez”, en Oaxaca capital; “Dr. Valentín Gómez Farías”, en Zapopan, Jalisco, así como en el Hospital General de Pachuca, Hidalgo; la Clínica Hospital de Tlaxcala, y en las oficinas de la Dirección Normativa de Salud de la Ciudad de México.
Por su parte, la neuropsicóloga asignada a áreas COVID, responsable del Proyecto Harley «El Tuerto» y Asesora Experta del Comité Institucional de Salud Mental, Lucía Ledesma Torres, informó que esta tercera etapa se desarrollará a partir de este martes 3 de noviembre hasta enero de 2021.
Agregó que además se harán recorridos de seguimiento al programa en ocho hospitales de la Ciudad de México, los nosocomios Regionales de Puebla y el “Bicentenario de la Independencia”, en Tultitlán, Estado de México; en ellos, se buscará cubrir a personal de turnos vespertinos o nocturnos.
La neuropsicóloga expresó que “la fase 3 del Programa de Apoyo Emocional y de Ayuda Humanitaria Asistida con Perro llega en el octavo mes de la pandemia, cuando estamos entrando a la segunda ola de contagios y en sindemia (suma de dos o más epidemias concurrentes) de COVID-19 e Influenza; con un personal sanitario comprometido que cada día hace su mejor esfuerzo, pero ya resiente el desgaste físico y psicológico que es muy importante atender para prevenir crisis o secuelas”, reconoció.
Este cálido programa, dijo, ha sido reseñado en varios países del mundo, ha logrado reducir el estrés laboral por la alta exigencia de la atención COVID. “El 95 por ciento de los participantes en las dinámicas de convivencia canina expresaron sentirse gratificados anímicamente al jugar, cargar, abrazar y acariciar a Harley”, destacó.
Además, ha ayudado a fortalecer el sentido de pertenencia institucional; inyectar ánimo a la clase trabajadora y estimular la solidaridad e integración entre los equipos de salud, quienes son los más valiosos recursos para enfrentar la contingencia sanitaria, refirió.
La especialista puntualizó que este programa se realiza bajo estrictos protocolos de bioseguridad y bioética, los cuales consideran, para el perro, tiempos de descanso y recuperación, mantenimiento físico y recreativo, uso de equipo de protección para el coterapeuta canino, consistente en uso de goggles, uniforme fluorescente de materiales repelentes y botas de caucho, así como procesos de higiene y sanitización, valoraciones veterinarias semanales y pruebas periódicas de detección COVID.
En sus dos etapas de intervención terapéutica, Harley “El Tuerto” conquistó el corazón del personal médico, paramédico y de enfermería al frente del COVID, realizó mil interacciones en el CMN “20 de Noviembre” y dos mil más en su segunda etapa que incluyó 10 hospitales. A la fecha, tanto el pug como su dueña y guía profesional, Lucía Ledesma Torres, están libres de coronavirus demostrado por estudios, lo que habla de las bases científicas y el rigor de los protocolos.
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