Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Con el cariño de siempre, un gran abrazo para Pedro Alfonso y toda su familia, con los mejores deseos de una pronta y cristiana resignación…la nostalgia brota desde la lejana adolescencia cuando la solidaridad vecinal no tenía límites y hermanaba, y nos convertía en una comunidad donde compartíamos sueños, esperanzas y con frecuencia hasta alimentos…Pedro Alfonso sabe, como muchos de nosotros, que el amor de los padres es infinito y donde se encuentren siguen velando por sus hijos, eso anima y da fortaleza a quienes sobrevivimos a pesar de cualquier circunstancia.
Pero hay que guardar los sentimientos en lo más profundo del corazón, porque la existencia debe seguir, hasta que la naturaleza determine la hora de emprender el último viaje, entonces pasaremos a ser recuerdo, o tal vez solo leve bruma de invernal amanecer …por lo pronto hay que vivir, no tiene remedio.
Mientras tanto, a punto de cumplir dos años de gobierno, está en marcha una intensa campaña (una más), contra AMLO. Sus adversarios no reconocen lo realizado durante este tiempo, por el contrario, en su lógica conservadora, lo califican como “regresión populista” por la sencilla razón de que no los ha beneficiado tal cual estaban acostumbrados.
Por su misma cerrazón oligarca, no pueden entender que se trata primero de procurar mejor calidad de vida a las mayorías, al igual, no acaban de aceptar que se utilice toda la fuerza del estado contra la corrupción.
En este sentido les indigna que algunos de sus cómplices estén tras las rejas y otros deban enfrentar juicios, justo por la inmoralidad con las que se condujeron desde la administración pública. No es fortuita la férrea defensa, por ejemplo, de Luis Videgaray o del propio Peña Nieto, observada en los medios de comunicación reaccionarios cuyos “analistas” no conciben el atrevimiento oficial de llamarlos a cuentas por probables delitos, cuyas pruebas y evidencias son inocultables, como el saqueo, robo, negocios chuecos y por supuesto, la entrega del patrimonio nacional al capital privado, además de la antidemocracia y el fraude electoral característico del neoliberalismo.
Los conservadores no aceptan que su riqueza mal habida se encuentre bajo lupa de las autoridades, mucho menos que se ponga en tela de duda su moral rebajada al nivel delincuencial que corresponde. ¿Cómo, si fueron los benefactores de la patria los últimos 36 años?.
Les enoja que el actual régimen haya rescatado la dignidad de la república y que por lo tanto, México ya no sea referencia obligada de corrupción, y que el combate que sostiene el supremo gobierno contra este flagelo, llame la atención del mundo, reactivando la confianza internacional. Ellos quisieran que sus diabólicos pronósticos de ver hundido al país se cumplieran y que la hambruna y el caos detonara la rebelión social, por ello mantienen un estado de provocación que los exhibe y los ubica como lo que son: traidores a México y a su historia.
Este miércoles lo intentaron una vez más, al convertir el centro de la CDMX en una zona de guerra utilizando las marchas contra la violencia de género donde mujeres y hombres disfrazados de “anarquistas”, atacaron incluso la catedral, causaron destrozos a la propiedad pública y privada, aunque el objetivo principal fueron los pocos que a nombre de Frenaa (Frente anti-AMLO), aún permanecen en el zócalo. Las imágenes son en verdad terroríficas. ¿Por qué ir contra los de Frenaa?. Elemental, buscaron que de tal agresión se culpara a las autoridades por no brindar la protección adecuada, con lo cual revivirían a dicha organización ubicándola en calidad de víctima. Y aunque incendiaron casas de campaña y algunas pertenencias, no se concretó la agresión personal, gracias a la oportuna intervención de los cuerpos policiacos.
Este ambiente de provocación se presenta en diversos escenarios, uno de ellos es utilizado por los medios de comunicación que son parte del operativo, cuando sobredimensionan y exageran el amarillismo respecto de lamentables hechos donde fallece gente inocente, especialmente mujeres o niños. Ahí se dan vuelo culpando de todo al gobierno. Actitud que tampoco les da resultado porque las mayorías han madurado lo suficiente para distinguir lo tendencioso de lo real.
Quedamos en que para los adversarios lo realizado por el actual gobierno ha sido negativo, (sobre todo el combate a la corrupción porque les pega en la mera frente), cuando lo cierto es que el saldo favorece a la 4T y a su líder López Obrador que en dos años ha cumplido casi todos los compromisos contraídos durante su campaña. Y ni modo que sea invento.
Por ello es normal que los privilegiados por el neoliberalismo no reconozcan, como también lo es su desesperación porque los fracasos se acumulan, mientras que los corruptos (que aprovecharon el poder para enriquecerse brutalmente), siguen y seguirán cayendo en manos de la justicia. Y si no, pa’l baile vamos.
Que menosprecien lo realizado en estos dos años, pero que sepan que ahora la ley no contempla privilegios y por lo tanto se aplica parejo, así que “más vale que se vayan derechitos”, como decía mi santa y sagrada abue. (Que Dios la ha de tener a la diestra como consejera de los casos difíciles).
¿POR FIN ROSARIO?
Ahora resulta que Enrique Peña Nieto estuvo ajeno a los obscuros manejos de recursos en Sedesol y Sedatu. En este sentido Rosario Robles cree que el pueblo es tonto de ahora para aceptar que la cadena de mando terminaba en Luis Videgaray, y por lo tanto estaba convertido en auténtico virrey que ignorando al presidente de la república, decidía lo más conveniente a sus intereses personales, de grupo y de partido. ¡A otro circo con ese cuento!.
Por su parte el ex canciller y ex secretario de Hacienda argumenta inocencia en este penoso asunto de la “estafa maestra”. Total que nadie sabe y nadie supo, a donde fueron a parar los 7 mil millones de pesos en juego. Solo falta que salgan con que se trata de una broma.
Lo que hay hasta ahora es la existencia de contratos fraudulentos con algunos organismos educativos y una serie de raras operaciones financieras bajo el objetivo de allegar dinero al PRI. De comprobarse, el tricolor estará en la obligación de aclarar y en caso necesario, regresar lo que ilegalmente le fue entregado. Es lo menos, digo, si es que no resultan cargos a la dirigencia que ameriten proceso judicial.
Es claro que Rosario pretende exonerar a su jefe superior, en lo que seguramente coincidirá Videgaray, sin embargo habrá que ver hasta dónde se reparten culpas. Por ahora la Fiscalía General tiene en capilla al ex secretario, quien llegado el momento quizá no quiera comerse el sapo solo, viéndose obligado a jalar la cuerda de más arriba.
El problema ya salió del control debido a que los ex colaboradores de EPN y él mismo, no lo tomaron en serio, prefiriendo que Rosario enfrentara lo que suponían no iría más allá de un escándalo. Pero ya vemos que tanto la Unidad de Inteligencia Financiera como la Fiscalía son implacables y de ello quieren dejar constancia en este combate a la corrupción.
De manera que el intento de exonerar a EPN podría resultar más dañino que beneficioso a los implicados hasta ahora, quienes de ninguna forma podrán evadir la realidad…y la realidad dice que quien mandaba sobre todo y todos, era el ex presidente.
Y hasta la próxima.
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