Jorge Bladimir Joch González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- No era necesario un doctorado sobre relaciones exteriores ni una larga carrera en ese ámbito para tomar una decisión sensata y acorde a la realidad, simplemente debió imperar el sentido común en la relación no siempre tersa entre nuestro país y Estados Unidos.
Por eso la posición del gobierno mexicano al retardar el reconocimiento del triunfo electoral de Joe Biden sobre el actual presidente Donald Trump, motiva muchos y diversos comentarios de quienes recomendaron actuar de esa manera.
Y desde luego aparece en la punta de la crítica el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, que demostró falta de tacto y conocimiento de la política norteamericana o compromiso de algún tipo con Trump, que por cierto se ha cansado de demostrar el poco afecto que tiene por el pueblo mexicano.
Aquí lo malo es que no solo queda en la picota del ridículo Ebrard sino que embarca al Presidente Andrés Manuel López Obrador en un asunto que debería ser de mero trámite, y que puede complicarse en el trato cotidiano con el nuevo gobierno del norte.
Volviendo con nuestro país los que “bailan en una pata” son los que quieren aparecer en la boleta electoral el 2024, donde el canciller mexicano parece puntear por los logros obtenidos en los encargos que le ha dado el Presidente, y además por incrustar como dirigente de MORENA a Mario Delgado en una cuestionada elección de la que formaron parte los órganos electorales.
Por cierto en la elección estadounidense el 75 por ciento de los mexicanos que viven en aquel país votaron por Joe Baiden, dejando claro el poco arrastre y labor de convencimiento de los mexicanos de los que se valió Donald Trump para la conquista del voto latino que creía tener en la bolsa.
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