Azahel Jaramillo H.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Cero.- Al tamaulipeco Héctor Martin Garza González se le acabó el veinte en la Secretaría de Gobernación donde la jefaza es la abogada Olga Sánchez Cordero.
Ahora lo que hay que ver es si Garza González se queda en otra instancia del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, nos los mandan como “superdelegado” en lugar de José Ramón Gómez Leal, o bien nos lo envían a la guerra electoral como candidato a diputado federal por MORENA.
¿Cuál será la suerte de este personaje de la Cuarta Transformación? No parece que la fría banca del desempleo vaya a ser su destino. Veremos y diremos.
Con todo la candidatura de MORENA a la gubernatura de Tamaulipas definitivamente no estás definida. Héctor Garza González, llamado El Guasón, tiene boleto para esa rifa.
Para definir esa candidatura a gobernador, habrá que ver un par de cosas: primero cómo le va a MORENA en las elecciones del domingo 6 de junio en que están en disputa las 43 presidencias municipales, las diputaciones locales del estado y las nueve diputaciones federales.
Se entiende que al Presidente López Obrador y a MORENA nacional en el tema electoral del 2021 lo que más les interesa es ganar una mayoría de diputaciones federales para mantener el control de la Cámara Federal de Diputados.
Las alcaldías tamaulipecas y hasta el Congreso tamaulipeco si les interesan pero su prioridad es ganar la Cámara de Diputados.
Por ello, las mejores cartas que tenga MORENA esas son las que va a nominar en Tamaulipas. Así por ejemplo, la nominación de su candidato en Cd. Victoria para alcalde solo les interesará en la medida que ayuden a sus abanderados federales a ganar.
Perder el control del poder legislativo (Cámara de Diputados y Cámara de Senadores) sería catastrófico para Andrés Manuel López Obrador, quien de acuerdo a sus datos tiene al 71 % de los mexicanos a su favor, en tanto que el diario Reforma asegura que tiene el 61.
Ahora bien ese índice de popularidad puede permanecer, subir o bajar… de acuerdo a lo que suceda de aquí al domingo 6 de junio con la economía mexicana y sobre todo con el tema del Covid-19.
Al Presidente Andrés Manuel López Obrador no le parece para nada esa alianza del PAN con el PRI y PRD. Tan no le parece que ya dijo que no se va a reunir con sus representantes y cada que tiene oportunidad arremete contra esa alianza de partidos políticos.
No solo en México partidos tan diferente como el PAN y el PRI hacen alianza contra un partido en el gobierno, en este caso MORENA. Lo mismo ocurre en Nicaragua. Allá la oposición al actual Gobierno nicaragüense se puso de acuerdo con miras a las elecciones presidenciales del 2021 al firmar un acuerdo de coalición. La agrupación, bautizada como Coalición Nacional, pretende poner fin a 13 años ininterrumpidos de gestión del presidente Daniel Ortega.
La nueva Coalición Nacional opositora, que busca sacar de la Presidencia de Nicaragua al actual mandatario, Daniel Ortega, pasó este mismo año de una declaración de intereses a un hecho concreto.
Allá en Managua, representantes de tres agrupaciones sociales y cuatro partidos políticos firmaron el estatuto de la coalición en el que prometen «luchar por la Justicia, la democracia y contra la dictadura”.
Acá, el Presidente López Obrador ha hecho lo impensable: unificar a la oposición en contra de su proyecto de nación. A CUIDARSE.
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