Jorge Bladimir Joch González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Nunca como ahora había sido tan útil algún atuendo usado por los hombres y mujeres que hoy dan gracias por estar de moda como es el “cubrebocas”, y no solo por la temible pandemia que nos azota sino para esconder aunque sea momentáneamente la identidad.
Y es que el “chapulineo” en la praxis política y con motivo del proceso electoral en marcha da como resultado que alguien que por mucho tiempo estuvo en un partido político ocupando cargos y operando, hoy aparezca abanderado de otro partido del cual seguramente nunca soñó formar parte.
Pero así como ha avanzado la tecnología también se han activado cambios en la forma de ser de algunos políticos, que hoy se llaman modernos, acordes a los tiempos que se viven, y que hasta reniegan de los tiempos en los que no hacía falta firmar porque la palabra valía.
Visto de esa manera el “cubrebocas” debe recibir un premio y reconocimiento especial porque viene a evitar que haya caras sonrojadas, si es que a algunos todavía les queda una pizca de vergüenza.
Cabe decir que esa práctica de cambio de camiseta con facilidad increíble se da en todos los partidos, aunque cada uno de ellos tiene sus documentos básicos, su ideología y demás, pero los guardan cuando hay que hacerlo seguramente “por un bien mayor”.
En otro orden al ser declarado “Covid” el hospital regional de alta especialidad de Victoria, 6 trabajadores entre médicos y enfermeros promovieron amparos para no presentarse al trabajo, argumentando estar en grupos de algo riesgo por enfermedades crónico degenerativas o por ser de la tercera edad.
Ante la cada vez más alarmante falta de comida para los seres humanos se han iniciado estudios para aprovechar entes que no se habían mencionado, como es el caso de la investigación de Oscar Acosta Cabrera, estudiante de la carrera de Ingeniería en Agro tecnología de la Universidad Politécnica del estado de Hidalgo, que comparte trabajo con la UAT y otras instituciones de educación superior del país, para aprovechar proteínas de insectos comestibles y que en este caso incluye el Tenebrio, llamado comúnmente gusano de la harina, que es un escarabajo, la Hormiga Chicatana, que es una especie de hormiga cortadora de hojas americana, y el Chapulín de la Milpa.
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