Clemente Castro González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El “despilfarro” de recursos en “greña” fluye desde los partidos y candidatos hacia su clientela pero ni los árbitros de la contienda, ni los entes encargados de combatir los delitos electorales quieren ver eso pese a que las maniobras son evidentes.
Lo que deja de hacer la Fiscalía estatal para atacar ilícitos de éste tipo es entendible pero no hay razón para que la instancia federal se haga de la vista gorda frente a lo que está sucediendo en las campañas en Tamaulipas.
Habrá que poner atención en los institutos adinerados, los que son gobierno y en los aspirantes a cargos de elección popular que traen abultada la cartera o cuentan con prósperos padrinos que los respaldan.
Se comenta que en las bases, los operadores panistas entregan sobres con dinero, cada semana, a los y las dirigentes que controlan, a través de comités, a las personas en edad de votar.
Pero también a los que se considera “voto cautivo” se les da su apapacho con despensas, tinacos, bombas y material para construcción.
Las denuncias son públicas, por ejemplo las vertidas por el candidato a diputado del Movimiento Ciudadano (MC), GUSTAVO CÁRDENAS GUTÉRREZ o del aspirante a la alcaldía del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), EDUARDO GATTAS BÁEZ.
Aunado a lo anterior, debe considerarse a las brigadas de impacto, generalmente integradas por jóvenes, mismos a los que se les paga entre 250 y 400 pesos al día.
Y no crea que es todo, igual se menciona que la directiva estatal del albiceleste, a través de su área de elecciones, emite pago para los representantes generales, cuya función es controlar a los elementos que estarán en las casillas electorales enviados por el partido.
A los que son “jefecillos” les dan 1250 pesos por quincena y esa dádiva fluirá hasta días antes de que se de la votación, solo que, al cierre, el monto será más elevado para levantar la moral de los que se echan su partido al hombro.
Cabe señalar que también se mueven billetes para el pago de internet de teléfonos celulares y hasta para repartir aparatos cuando no se cuenta con éstos.
Desde luego que no puede dejarse fuera del presupuesto lo de los sagrados alimentos, antes y durante el día de la elección. Incluye la llamada operación barbacoa o tamal.
Voces indiscretas aseguran que desde Victoria, una regidora de apellido TAMEZ, afina la maquinaria electoral para que funcione a la perfección el 6 de junio y ya llevan varios simulacros.
A ello, en tanto que hay erogaciones, se añade el entramado de listas de 10 personas que se maneja en las dependencias públicas. Ni modo que a los “promotores” que enrolan a empleados se les deja a la “buena de Dios”: mínimo se les dota de vales o efectivo para gasolina.
Sería injusto señalar que únicamente los panistas le meten “maña”, entiéndase ingenio, a fin de atraer adeptos. Y es que en nuestro sistema político electoral es difícil que podamos encontrar a partidos y candidatos que se abstengan de recurrir a prácticas “reñidas con la moral y las buenas costumbres”.
A propósito, el candidato del PRI a la alcaldía de Reynosa, BENITO SÁENZ BARELLA, denunció que hay contendientes que andan sueltos con la entrega de dádivas y lana.
Sostiene que se obsequian despensas y 200 pesos a cada ciudadano que acude a los mítines que se organizan.
Entendemos que el priista se refiere a los aspirantes a la presidencia municipal, JOSÉ MARIA MORENO IBARRA y CARLOS PEÑA ORTÍZ, del PAN y Morena, en forma respectiva.
SÁENZ debe lamentarse de que no haya una administración municipal, estatal o federal de corte tricolor porque le tocaría hacer campaña sin andar con miserias.
Tal vez ya se le olvidó que los expertos en campañas electorales a la vieja usanza son precisamente los del Revolucionario Institucional.
Al CIERRE
El diputado priista FLORENTINO SÁENZ COBOS tronó en contra de su dirigente estatal, EDGAR MELHEM SALINAS, al que considera soberbio y prepotente.
No le gustó al legislador que su guía se desmarcara de los tres diputados del tricolor que respaldaron al gobernador, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, por lo del tema del desafuero.
El antecedente es que “TINO” trae, de tiempo atrás, desviaciones “ideológicas” que lo hacen cercano al panismo.
Aún no prescribe la presunta “chamaqueada” que le dio el legislador del PAN, ARTURO SOTO ALEMÁN, cuando lo persuadió para que diera lectura a una iniciativa de ley a efecto de aplicar un impuesto a las familias tamaulipecas por concepto de recolección de basura.
De manera que SÁENZ COBOS, en lugar de arremeter en contra EDGAR, bien haría en dejar a un lado lo de la bisutería verbal de la defensa del “Estado Libre y Soberano de Tamaulipas” y explicar si su levantada de mano en realidad fue a conciencia o lo sensibilizaron en base a uno de esos “cañonazos” a los que, dicen, tampoco se resistieron 7 legisladores morenistas.
Es pertinente señalar que hay al menos tres vertientes en el tricolor: los que colaboran en forma abierta con el PAN, en calidad de candidatos y operadores; aquellos que se asumen priistas pero atienden las consignas del gobierno de la entidad y los que ofrecen resistencia, caso de MELHEM SALINAS y muchos más.
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