Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El expediente judicial relacionado con el incendio en 2009 de la guardería ABC donde fallecieron 49 menores en Hermosillo, sigue abierto. Independiente a ello, nada logra borrar de la memoria popular la tragedia provocada por Felipe Calderón Hinojosa quien permitió que un familiar de su esposa Margarita obtuviera la concesión de parte del IMSS.
En los tiempos de la desgracia, el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde al entonces flamante magistrado Arturo Zaldívar tocó analizarlo y emitir un proyecto de resolución que fue rechazado desde Palacio Nacional. Dicho personaje da a conocer el hecho en su libro de reciente aparición, “Diez años de derechos, Autobiografía jurisprudencial”. Ahí relata que derivado de su trabajo, fue advertido “del enojo presidencial”, por un furioso secretario de Gobernación, (Fernando Gómez Mont), lo cual significaba cambiar el veredicto que incluía responsabilidad a diversas autoridades del IMSS, y por supuesto a la parentela de “la primera dama”.
Durante todos estos años se han acumulado testimonios y evidencias que culpan al ex presidente y a Margarita, sin embargo no disminuye el dolor de los padres de aquellas inocentes víctimas del influyentismo y la impunidad prevaleciente en los regímenes neoliberales. Y es que la justicia tiene la tarea pendiente. Mientras tanto, si es verdad que las investigaciones prosiguen, es probable que tarde o temprano se castigue a los verdaderos responsables…hasta ha de creer.
Eso de concesionar guarderías infantiles y otros anexos, fue práctica común en tiempos anteriores y ejemplos hay por todas partes, sobre todo relacionados con políticos. El autor de esta columneja supo de dos; uno cercano al actual dirigente de un partido en el estado y otro de un ex candidato a la gubernatura.
El asunto es que el expediente ABC sigue abierto y tal vez sea una de las razones por las que Felipe Calderón y Margarita se hayan convertido en incesantes críticos de la 4T llamando la atención que utilicen la democracia como arma principal, como si los mexicas no supiéramos que obtuvieron el poder mediante uno de los fraudes electorales más vergonzosos de la historia del país.
Los Calderón-Zavala no están libres de culpa, ellos lo saben, como también saben que la tragedia de la guardería ABC es un crimen acreditado a su conciencia y a su gobierno panista. ¿Cómo pretenden borrar estos capítulos negros hablando de justicia cuando están despojados hasta del mínimo sentido humanista?.
SILENCIOSA DERROTA
Aunque no quiera uno ocuparse del congreso local, lo debe hacer por las cosas raras que ahí suceden. Ahora resulta que Morena está en un tris de perder todo lo que parecía ganancia. Todo, hasta el supuesto liderazgo que significa, incluso, cargos administrativos donde pululan “ganones” cuya presunción izquierdista ha servido cual mágica llave para abrir nóminas de todo tipo. (Nota, estuve tentado a escribir “gandallas” en lugar de “ganones” pero el término se me hace muy fuerte en estos tiempos de guerra).
En el Legislativo “la mayoría” morenista rodó por los suelos ante la primera insinuación de sus adversarios, aun así Armando Zertuche se embriagó con el rosa de la fantasía, ignorando que un líder no se construye entre los humos del triunfalismo sino en el fragor de la batalla. Olvidó, mejor dicho, que en los sueños todo es mentira y nada verdad.
Siempre se dudó de la fidelidad en el congreso y los que lograron llegar bajo la bandera de Morena (con dignas excepciones), pronto dejaron claro que el interés personal puede más que cualquier transformación ideológica de última hora…mucho más fácil “legislar” con el estómago que con la conciencia.
Lo que pasa ahora mismo en el congreso es una perfecta tragicomedia costumbrista que no extraña, aunque invita a reflexionar sobre el futuro inmediato de Tamaulipas…¡Surrealismo puro de efectos inmediatos!
SUCEDE QUE
El PRI nunca existió en Tamaulipas, nomás se pintó del color que le convenía. Y ni modo que sea invento.
Y hasta la próxima.
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