Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El próximo domingo habrá elección de senador en Tamaulipas. En realidad, es un proceso que desde el inicio produjo desinterés. No hablamos de los candidatos(a) sino del hartazgo ciudadano. Y es que esta clase de eventos como que distraen de asuntos verdaderamente importantes para una comunidad en batalla permanente por la existencia.
Todos sabemos que la “representación popular” no funciona como tal y que los congresos, sean del nivel que fueren, son clubes cuyos integrantes solo tienen la exigencia de pasar lista de asistencia para acceder al disfrute pleno del presupuesto público, es decir, del dinero que proviene de los contribuyentes.
El poder legislativo es decepcionante cuando está convertido en tómbola de ambiciones personales. Ahí no se debaten mejores condiciones para la comunidad, por el contrario, son utilizados para exprimir la economía familiar a favor del poder en turno, es decir, para que los funcionarios ganen más y se diviertan a lo grande explotando los cargos correspondientes. ¿Acaso sabemos de alguna disminución en el cobro de los servicios públicos o de la condena y enjuiciamiento político para quienes no cumplen con su deber?
En este sentido las tribunas son utilizadas para atacar al adversario, ejercer venganzas, cumplir amenazas y aplicar la máxima de “el quítate tú para ponerme yo”. ¿Y qué tal los convenios para turnarse el manejo de recursos entre partidos de apariencia opositora? Lo anterior es ingrediente que le pone sabor al engaño parlamentario.
No es exagerado señalar que la vocación social no tiene cabida toda vez que la descomposición moral ocupa los espacios que debieran ser destinados a la búsqueda de mejor calidad de vida en general. “El debate” es rastrero, elemental, ordinario, rupestre y propio de pandillas de barrio en disputa por territorios. Y ni modo que sea invento.
Desde luego que estas prácticas convienen a los grupos conservadores acostumbrados al lenguaje de alcantarilla profunda y mejor cuando actúan en equipo como sucede con la deprimente alianza PRI, PAN, PRD. Por ello no extraña la oposición para que a la Cámara de Diputados lleguen solo aquellos(as) por derecho propio, eliminando a los mentados “pluris” concebidos para cumplir compromisos y complicidades. Esta es la peor ofensa a la democracia, al igual como sucede con los senadores.
Está “científicamente” comprobado entonces, que “la representación popular” sirve para maldita la cosa y es razón de ausencia en las casillas. Las autoridades llaman a votar, pero puede más la convicción ciudadana de que no tiene sentido legitimar la simulación en un escenario donde se lucha por la transformación y avanza el cambio de mentalidad. Se echaría todo a perder. Así que mejor no participar del engaño.
Los pronósticos son de mínima votación este domingo, lo cual nada tiene que ver con los candidatos, pero sí con partidos que como el PAN, dejaron fuerte olor a azufre en su reciente paso gubernamental, o con el PRI que sin escrúpulos traicionó los principios e ideales que por muchos años le permitió dirigir el país con todo y la desgracia que sufrió Tamaulipas los últimos sexenios.
Respecto de Morena, ¿sigue siendo la esperanza por estos andurriales? “Eso es lo que vamos a ver”, como dijo don Teofilito a la madura dama que aseguraba conservar la pureza del más íntimo de sus encantos.
SOLO ESO NOS FALTABA
La capital del estado quedó incomunicada por aire lo cual significa un retroceso. (Uno más). Y es que Aeromar dejó de operar. Usted dirá que no es asunto que importe a las mayorías y tiene razón porque el problema corresponde a la élite que a pesar de los altos costos a la CDMX no dejaba de utilizar los servicios de dicha empresa. Incluyamos a funcionarios y políticos que aprovechaban pasajes gratuitos, sea con cargo al erario. Estos sí que extrañarán sus descansos cada fin de semana. Al menos por un tiempito, mientras llega Aeroméxico…si es que llega.
Pero ¿qué sucedió a la línea que en forma sorpresiva se retira? Hay que recordar que entre los accionistas al parecer figuran miembros de la familia del expresidente Miguel Alemán. Por ello no es fortuito que la primera nave adquirida en 1987 llevara el nombre del señalado personaje.
Ahora 36 años después tal empresa fue literalmente abandonada por los socios más significativos que a decir de AMLO (” mañanera” de este jueves), se encuentran en Israel desde hace tiempo quedando a deber 3 mil 500 millones de pesos al SAT, 554 millones a Aeropuertos y servicios auxiliares (ASA) y cien millones a pilotos y sobrecargos.
Durante el neoliberalismo fue costumbre rescatar de la quiebra a este tipo de negocios. Inolvidable lo que sucedió con los bancos cuya deuda convertida en el aborrecido Fobaproa será impagable hasta por las generaciones cuyos abuelos aún no vienen al mundo. En este caso no será lo mismo porque el supremo gobierno ya pintó su raya ante la petición de salvar a Aeromar.
SUCEDE QUE
Se va Lorenzo Córdova del INE, pero deja 400 funcionarios cobrando más que AMLO.
Y hasta la próxima.
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