Jorge Bladimir Joch González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los intereses particulares, de grupos o pandillas no son privativos de ningún partido político, pues lo mismo puede ocurrir en MORENA que en el PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista, etc.
Hoy el PRI que durante décadas fungió como partido hegemónico enfrenta esa realidad, porque el dirigente nacional Alejandro Moreno mejor conocido como “Alito” quiere reformas estatutarias a modo para perpetuarse en la dirigencia, y tener con que negociar el año entrante cuando se realice la elección mas grande de la historia en México, porque aparte de la presidencia de la república estarán en juego diputaciones locales y federales, senadurías y alcaldías.
Pero “Alito” no está pensando en el partido para fortalecerlo, porque si eso fuera no se aferraría con manos y dientes a la ubre presupuestaría que vía prerrogativas electorales le aseguran como dirigente, y buscaría el consenso entre los liderazgos y la militancia tricolor para fortalecer el partido que fundaron Plutarco Elías Calles y nuestro paisano Emilio Portes Gil.
Todo iría muy bien para sus intereses pero el INE declaró nula la ampliación de la presidencia de “Alito” en el PRI, y así lo decidió la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Electoral porque no se cumplió con las disposiciones estatutarias.
Visto de esa manera “Alito” está en la ilegalidad, y por eso no reúne a los verdaderos liderazgos tricolores que “le hacen el feo” cada vez que los llama porque en lugar de escuchar sus demandas quiere imponer sus decisiones.
Ya públicamente está confrontado con él el coordinador de los senadores del PRI Miguel Osorio Chong, que amaga con acudir a las instancias necesarias para frenar la voracidad de quien fuera gobernador de Campeche, y que como conductor del tricolor lo lleva a un precipicio.
Debe recordarse también que el PRI empezó a desviarse de las metas de la lucha social de 1910 que originaron su formación, cuando llegaron al partido a los puestos de dirección los tecnócratas a partir del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, y quizá por eso muchos no advirtieron las intenciones del ex gobernador campechano.
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