Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Salvo que no hubo incidentes de mayor cuantía, no hay mucha noticia de la elección. Todo “normal” según lo esperado.
Poca concurrencia a las urnas, ciudadanía desganada ante un proceso extraordinario que tampoco nunca se había presentado en Tamaulipas, y partidos y candidatos, además del árbitro, que no encontraron el punto motivacional que generara votos.
No mucho qué cantar, decíamos, fuera de la tranquilidad también ya esperada. Ni presiones ni coerción al voto luego que no hubo la “operación piscacha” de 500 pesos por sufragio, de autoría de “ingenieros” azules.
El presunto secuestro -ocurrido el 2 de febrero- del supervisor electoral Jesús Iván Romero Velázquez, Distrito 4 Matamoros, del cual hizo escándalo el INE, fue localizado por autoridades estatales. No estaba privado de su libertad sino que andaba de parranda en una cantina.
Más tarde el propio árbitro emitió un comunicado “congratulándose” y en disposición para esclarecer los hechos, ¿despidió al empleado?.
Este día de la jornada fue hasta las 12:45 horas cuando el órgano emitió un boletín señalando que el ausentismo de los funcionarios fue la causa principal de la tardanza en recibir votaciones
Hasta 864 personas -informe de las 14:30 horas- fueron tomadas de la fila para hacerse cargo de funciones de casilla, de ellos 30 presidentes y 160 secretarios, algo sin precedente también.
En la práctica fue un gasto infructuoso. Se instalaron 4,777 casillas que provocaron la movilización de 33 mil 500 funcionarios, muchos de ellos designados de última hora porque los originales no se presentaron.
Cifras oficiales dicen que en ninguno de los 9 distritos acudieron completos los originales. La mayor concurrencia fue en El Mante con el 93.3 por ciento; la más baja en Nuevo Laredo con 61.4.
Fue la principal causa de no instalarse a tiempo a partir de las ocho de la mañana. Pero todas abrieron, tarde o temprano.
Dentro de esa “normalidad”, a un promedio de 30 personas –dice el informe- se les permitió votar sin estar en la lista nominal. Nada grave, no representaron una tendencia de irregularidades programadas.
Evidente baja votación ¿causa? No puede ser falta de presupuesto. Los “topes” de campaña fueron casi los mismos al proceso del 2018, poco más de 12 millones de pesos, a diferencia de los aspirantes a diputados a los que se autorizaron 1.4 millones.
Está visto que la ciudadanía no le tiene confianza en los órganos electorales, en este caso el INE, de que su voluntad será respetada.
No motivaron los 1,677 observadores que según estuvieron atentos, aparte de representantes extranjeros de seis países para dar “testimonio”.
De nada sirvieron los 60 mil “impactos” de gorra en radio y televisión que dice el INE que difundió invitando a la gente a votar, algunos especialmente dirigidos al extranjero, donde la abstención es enorme.
Los contendientes registraron hasta 26 mil 800 representantes de casilla, pero tampoco asistieron todos. Ya no les dieron los 3 y 4 mil pesos que acostumbró el PAN en las últimas dos elecciones.
Quien más acreditó fue Morena con 4,515 casilleros, arriba del 96 por ciento. Al PRD le pasó de noche con cero. A los azules les faltó nombrar a representantes en 996 casillas.
En última instancia el árbitro acusó que le faltó tiempo para organizar la elección. Con eso se quita la “barra”.
El Gobernador Américo Villarreal votó en la casilla 1593, fraccionamiento Las Palmas, en instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, que corresponde a su domicilio particular. Ahí lo hizo cuando fue candidato en junio del 2022, en que ganó la gubernatura.
El sábado Américo estuvo en Nuevo Laredo y Laredo, Texas, como invitado especial a las fiestas de la hermandad de ambas ciudades, en que el galardón “Señor Internacional” le fue entregado al embajador de México en EEUU, Esteban Moctezuma Barragán.
Destacó el ejecutivo que a Los Dos Laredos los une una hermandad y el comercio como no se da en ninguna otra parte de las fronteras.
Participó igual el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, quien al día siguiente, domingo, estuvo dando seguimiento al desarrollo de la elección extraordinaria.
Volviendo con la jornada, los mayores incidentes aparecen en Victoria. La votación de una urna contigua se estuvo depositando en la básica porque a la presidenta se le “olvidó” el material en su casa. Fueron por ella y arreglado.
El otro, que un ciudadano llegó pero no estaba en la lista nominal. Se enojó, aventó la boleta y con palabras altisonantes dijo que se llevaría la urna, lo que no hizo.
Fuera de estos incidentes ordinarios, a las cinco y media de la tarde que cerrábamos estas líneas no había reportes de incidencias mayores. En cuanto a seguridad, todo en paz, ni robo de urnas ni boletas o “compra” de votos.
Por primera vez una elección sin acusaciones de coacción, acarreos, dádivas en efectivo, “prueba” de fotografía, presiones de jefes del Gobierno sobre sus empleados y la lista de diez “invitados” a las urnas.
Veremos cómo se desarrolla el PREP y finalmente los resultados oficiales. Por ahora hay que destacar la civilidad del proceso, sin alteración de la paz pública. Lo demás son minucias.
El que gane será candidato natural a la reelección y en 2027 buscará la gubernatura.
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