Clemente Castro González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Es extraño que hayan desaparecido cuatro ciudadanos norteamericanos en Matamoros y que ello se de sin motivo aparente.
Porque los grupos delictivos, que cuentan con el aparato para llevar a cabo ese tipo de ilícitos de alto impacto, saben lo que significa echarse encima no solo a los órdenes de gobierno federal y estatal, sino al poderoso aparato de investigación e inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
De hecho este lunes de dio a conocer, por parte de la Fiscalía General de Justica en Tamaulipas, a cargo de IRVING BARRIOS MOJICA y de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, que dirige el General en retiro, SERGIO HERNANDO CHÁVEZ GARCÍA, que se coordinan con la federación para realizar las acciones pertinentes a fin de ubicar a los desaparecidos.
Además, se habló de la colaboración de instancias del vecino país del norte a fin de dar con sus connacionales y los probables responsables del ilícito cometido.
Incluso, el tema se trató en La Mañanera y el propio Presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, refirió la atención que da al caso.
Lo que también se supo es que el Embajador de los Estados Unidos en México, KEN SALAZAR, acudió a Palacio Nacional para entrevistarse con el Ejecutivo Federal.
Quizá no haya coincidencia pero debe citarse que, en los últimos días, han tenido lugar eventos que llaman la atención en el ámbito internacional, como el evento en mención y lo ocurrido en Nuevo Laredo, en donde hubo cinco personas ultimadas, presuntamente a manos del Ejército, en circunstancias que están en proceso de indagación.
Ante lo sucedido, es de esperar que se pretenda sacar raja política, a nivel interno y externo, por parte de los opositores a LÓPEZ OBRADOR.
Aunque ello es un arma de dos filos debido a que estamos ante actos criminales que se presentan en una región en la cual debe existir corresponsabilidad binacional para atacar un problemática común.
De modo que no es tan simple echar culpas y demandar seguridad; menos gritar que antes se hacían las cosas mejores y propagar uno que otro mito de esos que suenan bien pero no necesariamente se apegan a la verdad.
En ese sentido, vale la pena ver hacia el pasado para recordar que las calamidades que se padecen traen cola. De éste lado de la frontera y del otro.
Porque el fenómeno de la delincuencia organizada no solo se de en el lado mexicano mientras en el lado americano no pasa nada. A lo mejor lo que cambia es la forma pero en esencia las agrupaciones criminales igual hacen de las suyas, con mayor sigilo, más allá del Bravo.
Cabe señalar que los grupos de la delincuencia en Tamaulipas operan de tiempo atrás y lo que ha sucedido, del sexenio de MANUEL CAVAZOS LERMA, al de FRANCISCO CABEZA DE VACA es que, dese la administración estatal en turno, se tendieron líneas de contacto con los guías de dichas agrupaciones para que la situación no se saliera de control.
Y si nos atenemos a que se tuvo un narco gobierno, en el orden federal, con FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, cuyo titular de Seguridad Pública fue GENARO GARCÍA LUNA, mismo que está preso en los Estados Unidos de Norteamérica, es de esperar que las cosas no hayan sido diferentes en las entidades en las que hay fuerte presencia del crimen organizado.
Mientras la autoridad tuvo la capacidad para maniobrar e imponer sus directrices, en materia de seguridad, las situaciones no pasaron a mayores debido a que los capos y los subalternos preferían escuchar y atender antes que confrontar a los órdenes de gobierno estatal y federal. Lo grave es que las cosas se salieron de control debido a que se jugó con fuego.
Se supone que así funcionaba la relación clandestina, la cual ayudaba a superar eventos sensibles para que no se dieran excesos en perjuicio de ciudadanos inocentes y “potentados”.
Por eso cuando se le llenaba la boca a CABEZA DE VACA, al presumir su victoria “contra los violentos” para regresar la tranquilidad a los tamaulipecos, no podíamos más que pensar que se concretaron fuertes amarres desde al ámbito oficial con los jerarcas de las bandas delictivas.
Ni en su propio municipio se las creían: hablamos de Reynosa y no de su terruño en la unión americana.
Porque ahí, en la localidad fronteriza, bien que se sabía que se dio un reacomodo en los mandos del o los grupos dominantes y, por tanto, la aceptación de las reglas del perverso juego.
Con justificada razón hay aspectos que los ciudadanos se guardan de platicar, en los lugares en los que hay fuerte presencia de criminales, caso de la frontera y demás municipios del estado que consideran sus plazas.
Habrá que estar pendientes de la salida que se da al espinoso suceso que se enfrenta y que encendió las alertas en los Estados Unidos y en México.
Lo fundamental es que se encuentre a los desaparecidos y se esclarezca lo sucedido, sin perder de vista los intereses políticos que, de manera oportunista, podrían detonar.
AL CIERRE
La nueva adquisición del Movimiento Ciudadano (MC), es el ex diputado de Morena y ex legislador del PAN, RIGOBERTO RAMOS ORDOÑEZ.
El magnate gosolinero trae metida en la cabeza la Alcaldía de Reynosa.
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