Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Morena tendrá candidato(a) presidencial antes de finalizar el año. Mientras tanto habrá que sacar adelante las elecciones en Coahuila y Edomex, mismas que al parecer han de repartirse entre la alianza de la ignominia y el partido fundado por AMLO y sus aliados. Es el primero de dichos estados que ocupan y preocupan a la 4T. Y es que, de acuerdo a diversas encuestas, el opositor Manolo Jiménez encabeza la intención del voto con tal diferencia que la derrota de Armando Guadiana resulta inminente tras consumada la traición de Ricardo Mejía, el ex subsecretario de seguridad quien creyó que por salir en la tele al lado de AMLO merecía ser gobernador.
Hay que esperar entonces, para entrarle de lleno a la sucesión sexenal, sin embargo, algunos aspirantes transpiran angustia como Marcelo Ebrard, quien debe “hacer un campito” en sus delicadas tareas, sea dejar de correr por el mundo, para dedicarse lo que a futuro político corresponde. En este sentido tiene razón Claudia Sheinbaum en aconsejarle no inquietar a sus partidarios antes de tiempo, pero sobre todo que “no coma ansias”, lo que el columnista traduciría en resistir “como los meros buenos” sin excederse en sus declaraciones y convicción de que se ha preparado toda la vida para convertirse en presidente de México.
El secretario de Relaciones Exteriores insiste en que “no hay piso parejo”, suponiendo que las superiores preferencias se inclinan hacia la Jefa de gobierno. Y pue-que esté en lo cierto, siendo como es, la alumna más aventajada de AMLO. También anticipa que la consulta interna debe cambiar de formato puesto que el manejo actual se presta a suspicacias, lo cual es de creer considerando que diversos casos han propiciado la fuga de inconformes militantes. Es más, asegura que de repetirse esta práctica de plano no cuenten con él. Es aquí donde Movimiento Ciudadano y sobre todo su dirigente Dante Delgado, lanzan el anzuelo para que Marcelo se convierta en su candidato y así seguir sobreviviendo en las nóminas oficiales.
Recién AMLO se reunió en palacio nacional con lo más sobresaliente de su partido y de los trascendidos se rescata el llamado a la unidad como prioridad para llegar fuertes a las elecciones del próximo año. Ya sabéis que el objetivo, además de la presidencia, es obtener mayoría calificada en el congreso de la Unión a efecto de cumplimentar con éxito la siguiente etapa transformadora asestando así la puntilla a lo que resta del inmoral neoliberalismo.
Sea como fuere, lo importante es que existe relevo generacional. Es motivo de que AMLO recuerde que transcurrido “el encargo” retornará satisfecho a su condición de ciudadano común alejado de toda actividad política y nada ni nadie le hará cambiar de opinión. Lo dijo este miércoles durante “la mañanera” cuando un periodista peruano le insinuó la posibilidad de ampliar su periodo para fortalecer la justicia social en nuestro país. Repitió que entre los personajes que más admira está Francisco I. Madero, el mártir de la democracia, el sufragio efectivo y la no reelección, y de él seguirá el ejemplo. Fue claro mensaje también para quienes lo atacan calificándolo de “dictador” dispuesto a seguir los pasos de Maduro en Venezuela o Daniel Ortega en Nicaragua.
MUSEO DE LA RISA
Insistimos en que la actual legislatura local ha servido solo para hacer el ridículo y razones no han faltado desde el momento mismo de iniciar su gestión. Por ahí han pasado dirigencias fantasmas y otras que lo fueron de mentiritas. Ni cómo negar que a algunos de sus integrantes interesa más la cotización política que cumplir con la encomienda ciudadana. Al menos es la impresión por trascendidos relacionados con el mercado de la oferta y la demanda.
Existe, dicen, mayoría morenista pero no se nota, contrario a lo que ocurrió cuando el PAN accionó una aplanadora que avergonzó a las instituciones provocando consecuencias difíciles de superar; como que actuó a favor de la monarquía que aun en el exilio conserva inexplicables privilegios.
En verdad que el congreso es el circo de la risa. Por eso no extraña que cualquier funcionario se burle, tal cual sucedió con Raúl Ramírez Castañeda, presunto fiscal anticorrupción quien ignoró el llamado a comparecer sobre temas relacionados con su tarea. Se dio el lujo de aplicar soberano puntapié en la mera retaguardia al poder legislativo que acostumbrado al desprecio, ni gestos hizo.
Es una pena que sucedan episodios como el mencionado, justo cuando a los tamaulipecos nos ilusionan los esfuerzos transformadores que no aplican para “representantes populares” que decepcionan en todos los sentidos. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
“Antes de entrar, deje salir”, frase que aplica para los desesperados.
Y hasta la próxima.
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