Por José Gregorio Aguilar/Redacción
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En el 2024 el Frente Amplio por México (FAM) conformado por el PRI, PAN y PRD enfrentarán un proceso electoral con una desventaja política y económica, admitió el dirigente del tricolor en Tamaulipas, Carlos Solís Gómez.
Sin embargo, dijo que ante la falta de recursos, el PRI estatal hará lo mismo que Morena, cuando ni siquiera tenían oficinas, es decir, emocionando a la gente, convenciéndola y ganando su confianza para el proceso electoral del próximo año.
“Haremos como ellos cuando no tenían ni oficina, no tenían recursos ni demás; emocionando a la gente, tratando de hablar con seriedad, plantear los problemas que tiene el país y las condiciones terribles en que el gobierno actual (de López Obrador) ha dejado al país. Creo que en eso nos concentraremos para convencer a la gente y podernos ganar la confianza para el proceso”.
En los últimos seis años, el PRI, PAN y PRD no sólo perdieron 23 gobiernos estatales sino también el control presupuestal de la mayoría de las entidades, y esta alianza tripartita administra 1.2 billones de pesos menos que en el 2017.
“Obviamente la pérdida de presencia en gobiernos estatales va de la mano de las subvenciones o prerrogativas de ley que hay para los partidos, y eso nos pone en desventaja para competir. Sin embargo, yo creo que ya estamos preparándonos para el 2024; esta fortaleza del Frente Amplio por México, busca unificar a personajes y perfiles que puedan dar la batalla, pues administra 1.2 billones de pesos menos que en 2017”.
Tan solo el PRI pasó de ser la fuerza dominante en los poderes ejecutivos estatales y la bolsa de dinero disminuyó en gran medida durante los últimos seis años, ya que en 2017 decidía el destino de 992 mil millones de pesos provenientes de 15 gubernaturas, pero en 2023 únicamente maneja 456 mil millones de pesos al gobernar en Coahuila, Durango y Estado de México, aunque en esta última entidad la acaba de perder a manos de Morena.
Irónicamente, hace apenas unos días la dirigencia del PRI de Tamaulipas puso a sus diputados locales a disposición de las bancadas de Morena y del PAN, para ayudarles a destrabar sus conflictos legislativos, y ahora exhibe su propia realidad partidista y sus debilidades ya conocidas.
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