Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los resultados de las encuestas sobre la elección presidencial dados a conocer por AMLO este miércoles, puso los pelos de punta a sus adversarios. No se trató de ningún invento sino de investigaciones que colocan a Morena muy por encima de los partidos que integran la alianza maldita. El País, diario español crítico de la 4T, calcula que, si la votación se realizara en estos días, entre el 54 y el 60 por ciento se inclinaría por el proyecto de nación puesto en marcha por el actual régimen contra el 13 por ciento del PAN y el 11 del PRI. Por su parte la empresa Covarrubias otorga 49 por ciento a favor del partido en el poder y 19 al azul de Marko Cortés. ¡Treinta puntos de diferencia!
Es el mejor argumento de Andrés Manuel para rechazar la suposición de que persigue o reprime a los aspirantes de la oposición a la candidatura nacional. Sea que derrumba los argumentos de medios de comunicación respecto de un probable atentado contra Xóchitl Gálvez o cualquier otro(a) de quienes se han apuntado para competir contra Morena en el 24.
Aunado a dichas encuestas AMLO hizo públicas las generosas cantidades de dinero que los anteriores gobiernos entregaban a varios “periodistas” que, por la razón imaginada, ahora lo atacan bajo cualquier pretexto y a veces sin motivo, solo atendiendo consignas del neoliberalismo rapaz y traidor que pretende rescatar los privilegios perdidos. En este sentido causa risa que Joaquín López Dóriga se considere “víctima” y, por lo tanto, culpe al Presidente de México “de lo que le pueda suceder”. La verdad es que personajes como él que han sido exhibidos, no encuentran forma de aligerar la responsabilidad que les toca en el proceso de destrucción y saqueo de que fue objeto el país desde Miguel de la Madrid hasta Enrique Peña Nieto, pasando por Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa.
Llama la atención que en “la mesa de análisis” de este miércoles en su programa de TV, Joaquín insistiera sobre “la intervención desmedida” de AMLO en la sucesión presidencial. Uno de los participantes aseguraba “que como jamás en la historia”. Se ve que López Dóriga y sus invitados pronto olvidaron lo que pasó durante la dictadura tricolor donde el jefe de la nación en turno decidía a su reemplazo, al igual quienes integrarían el Congreso de la Unión y por supuesto a los gobernadores. Entonces los editorialistas y medios de comunicación estaban ciegos, sordos y mudos.
Fueron los mismos que guardaron silencio ante la criminal venta de los ferrocarriles y de diversas empresas públicas, así como la entrega de los recursos naturales o el burdo fraude electoral del 2006 mediante el que Vicente Fox impuso a Calderón. También los que siempre celebraron “el profesionalismo” policiaco de Genaro García Luna y aplaudieron las acciones simuladas del ex secretario de seguridad para disfrazar su relación con la delincuencia.
Nada dijeron tampoco cuando Calderón despilfarró más de 5 mil millones de pesos en la adquisición de un avión que solo sirvió para colmar la vanidad de Peña Nieto, Angélica Rivera sus respectivas familias y amistades. ¿También desconocieron la corrupción en PEMEX y la compra de la oposición para evitar interferencias en la aprobación de las llamadas “reformas estructurales” de EPN ?. Ahora resulta que si tropiezan en la calle o resbalan en el baño será culpa de AMLO…pelaos estos.
LA RESACA DE DON VICENTE
Negado por Xóchitl Gálvez, apabullado por sus incoherencias y convertido en vulgar traficante de drogas, Vicente Fox dejó de ser referencia de los conservadores. Ahora el ex presidente es el ranchero que ni siendo lo que fue, aprendió que la política además de pasión requiere inteligencia.
El de San Francisco del Rincón quedó atrapado en la concepción del viejo hacendado solo que sin autoridad ni mando y mucho menos derecho de pernada. Es como el feudal abandonado en la bajeza de su soberbia que, como Pedro Páramo, espera que el polvo y el tiempo terminen con él. Acabará seguramente como el partido al que alguna vez perteneció y desde el que alentó esperanzas democráticas. Es un fraude más del PAN.
SUCEDE QUE
El PRI apuesta su resto a la capital de Tamaulipas…todavía hay quienes creen en los reyes magos.
Y hasta la próxima.
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