Por Agencias
Ciudad de México.- En una nueva crítica al Poder Judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que es una instancia que «está tomada y secuestrada». En conferencia dijo que hace falta una reforma del Poder Judicial «porque no es un poder que esté al servicio del pueblo, sino de una minoría, de potentados, de conservadores y de los corruptos».
Tras condenar nuevamente los excesos del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar de determinar la suspensión de la distribución de libros de texto en unos cuantos días y mantener sin resolución un expediente de una empresa (Elektra) que evadió impuestos por 25 mil millones de pesos, dijo que debe surgir desde el Poder Judicial la propuesta de su reforma.
«Vamos a seguir denunciando esto y hay que buscar la forma de renovar el Poder Judicial no imponiendo nada, porque podríamos solicitar un juicio político. No, nos importa más hacer conciencia de cómo es el modus operandi en el Poder Judicial”.
Y se preguntó: ¿Cómo es que se castiga a quienes no tienen con qué comprar la inocencia y se protege a la élite económica y política?».
López Obrador dijo que si no surge del interior del Poder Judicial la propuesta de renovación «no va a quedar más que sea el pueblo el que renueva el Poder Judicial con una reforma constitucional. Nada más que para eso se requiere que el movimiento de transformación cuente con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de los legisladores para que sea el pueblo el que «purifique» al Poder Judicial.
En este contexto, a pregunta expresa se pronunció porque la Cámara de Diputados reduzca el presupuesto del Poder Judicial porque tienen fideicomisos de 20 mil millones de pesos para preservar prestaciones exageradas. «Ojalá nada más que si van a hacer un ajuste (al presupuesto del Poder Judicial) que dejen lo sustancial. Que no se afecte todo lo que tiene que ver con los procesos judiciales. Hay que quitarle el copete. Ya no está de moda lo de los copetes, el copete de privilegios, nada más una atusada al copete».
Reiteró que los ministros de la Corte violan todos los días la Constitución porque perciben cinco veces más que el Presidente de la República, cuando ningún servidor público puede ganar más que el jefe del Ejecutivo.
En su crítica a Aguilar exhibió los plazos mínimos que tomó para otorgar la suspensión de la distribución de los libros de texto en Chihuahua y Coahuila. «¿Para quién trabaja el ministro? ¿Le importa que los niños tengan libros de texto? ¿Está pensando que si los niños se quedan sin libros, sus padres no tienen para comprar libros? ¿Está pensando que los libros no se pueden prohibir? ¿Ya leyó los libros? ¿O él cree que son libros para inyectar el comunismo? No, no cree esto, tiene un pensamiento conservador, retrógrada. «Está en contra de nosotros, en contra de la transformación pero no es un buen juez».
A pregunta expresa dijo que la queja en contra del desempeño del ministro Aguilar se presentó ayer y ofreció difundirla.
Más adelante, sobre la inminente decisión de la SCJN sobre el funcionamiento del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, dijo que no se va involucrar en eso ni sugerirá que desaparezcan estos aparatos costosos creados en el pasado neoliberal. Ratificó su visión de que son instituciones que no hicieron nada en el pasado para combatir a la corrupción y «le cuestan mucho al pueblo». (Alonso Urrutia y Emir Olivares/La Jornada).
Discussion about this post