Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los libros de texto es un tema agregado a la pugna que mantiene la minoría rapaz contra el supremo gobierno. Eso de que significan un virus del comunismo solo es estrategia mediática cuando la realidad tiene más que ver con el aspecto humanista, solidario y fraterno de una sociedad que deja atrás el individualismo productor de marginación, egoísmo y discriminación.
En esta provocación neoliberal tiene destacada participación la jerarquía católica que desde el púlpito pretende manipular la conciencia mayoritaria, un absurdo desde luego, considerando que su influencia no es la misma que provocó la llamada “guerra cristera” durante el gobierno de Plutarco Elías Calles a quien llamaban “el ruso”.
El clero hace abierto llamado a la rebelión de los padres de familia desde inmuebles propiedad de la nación. Se trata de un atentado más contra la Carta Magna que debiera tener consecuencias judiciales de no ser por el respeto que guarda la 4T hacia opiniones diferentes.
La polémica toma exagerada importancia por el contexto en que se desarrolla. En este sentido la oposición aprovecha el ambiente político que vive el país para asumir posturas que parecieran de interés social y sin embargo ataca, critica y descalifica como parte del operativo terrorista contra Andrés Manuel López Obrador a quien, entre otras cosas, no perdonan el impulso otorgado a Claudia Sheinbaum, la más indicada y eficaz para proseguir la transformación de la república el próximo sexenio.
Algunas entidades gobernadas por la derecha rechazan la repartición de los libros, incluso buscan la protección del poder judicial y no sería raro la obtengan conociendo que la SCJN está integrada por declarados(as) adversarios(as) del régimen morenista, dispuestos(as) a violentar el artículo tercero en lo relativo a que la educación debe ser laica, gratuita y obligatoria.
Por otra parte, tampoco sería extraño que los grupos reaccionarios patrocinaran protestas en apariencia de inconformidad popular. En este caso cuentan con recursos utilizados en otras ocasiones con nulos resultados. Ahora mismo medios de comunicación y “analistas” respaldan dicha actitud en respuesta a la pérdida de privilegios concretados en dinero contante y sonante, aunque es de creer que nuevamente fracasarán en su intento de regresar al pasado.
Los que buscan desestabilizar al país son herederos de aquellos que se opusieron a la “educación socialista” impulsada por mi general Lázaro Cárdenas quien estaba convencido de excluir toda influencia religiosa de su contenido, “presentando a los estudiantes un concepto racional, exacto y científico del universo y la sociedad”. Son los mismos que durante el régimen de Adolfo López Mateos, en Monterrey y otras partes, pretendieron evitar la entrega de los textos gratuitos “porque significaba intervención oficial en la formación de las nuevas generaciones”.
En todo este escándalo no dudemos que al final de cuentas se impondrá la ley que faculta al estado a legitimar el proceso educativo basado en la naturaleza, la ciencia y la igualdad social y democrática.
Y LO QUE VIENE…
De resultar ciertas las presiones de la federación contra emisarios del pasado, más las circunstancias políticas presentes y futuras, el PAN estaría en un tris de perder la influencia que conserva en algunas regiones del estado y por supuesto hacia el interior de la administración pública. Existen evidencias de éxodo de militancia inconforme con el manejo unipersonal del partido, incluso alejamiento de cuadros incondicionales que lo fueron de Francisco Javier García Cabeza de Vaca. En este caso el hermano Ismael se vio obligado en convertirse en grotesco activista de una causa perdida.
Además de la senaduría, “patrimonio familiar” será imposible de conservar ante el empuje de otras fuerzas que reclaman lo que resta del pastel. Y como los espacios se redujeron, la disputa inicia justo cuando la influencia del extranjero muestra debilidad.
Vienen tiempos difíciles para el PAN, pero sobre todo para algunos personajes que mucho contribuyeron a la frustración ciudadana durante el sexenio anterior.
SUCEDE QUE
“Se puede engañar una vez, pero no toda la vida”, frase aplicada al PAN.
Y hasta la próxima.
Discussion about this post