Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- De manera responsable el gobierno federal rescata a los mexicanos atrapados en la irracional guerra en medio oriente. Es una prioridad que se cumple venciendo toda clase de dificultades y asumiendo riesgos para cumplir con el deber a que está obligado, pero además alentado por el sentimiento fraterno y humanista que caracteriza al régimen de la 4T.
No es demagogia ni publicidad, es la realidad de una confrontación donde nuestro país tal vez no tenga que ver, sin embargo, las circunstancias lo involucran. Ahora mismo cientos de familias agradecen el esfuerzo de funcionarios y de integrantes de las fuerzas armadas que se dan a la tarea de garantizar su seguridad ante el terrorífico poder de la tecnología criminal.
La respuesta oficial fue inmediata, eficaz y con resultados satisfactorios por lo que es motivo de reconocimiento general, salvo por supuesto, de reaccionarios y ultraderechistas siempre dispuestos a practicar y aplaudir la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Critican tonterías ignorando que lo más importante es la sobrevivencia de la paisanada que tocó padecer parte de la tragedia que indigna al mundo democrático y realmente igualitario.
En este sentido, ¿qué hace la ONU? Nada, porque sigue dependiendo del imperialismo que la creó para defender sus intereses, por lo tanto, se declara incapaz para detener el conflicto y sonríe al gobierno de EU y de otras naciones cómplices de una masacre que la civilización suponía no volver a presenciar desde los tiempos hitlerianos, justo cuando los verdugos de hoy fueron víctimas del pasado. Es como sanguinaria venganza contra los menos culpables, es decir, la población civil atacada por tierra y aire, perseguida por misiles y tanques, sin la mínima posibilidad de huir, condenada al exterminio, objetivo declarado por el gobierno de Israel dispuesto a cumplir a la brevedad posible.
No hace nada la ONU digo, ni siquiera en obediencia a votación de los delegados en casos especiales, como el bloqueo a Cuba considerado como crimen de lesa humanidad al condenar a su heroico pueblo a la hambruna y pobreza extrema solo porque el sistema es contrario a la explotación y esclavismo practicados por el capital privado, además desde luego, del saqueo de recursos naturales. Y ya son más de sesenta años y contando, a pesar del reclamo internacional.
El asunto es que contrario a lo que deseaban los adversarios de la 4T, el gobierno de la república ha respondido con valor y dignidad en el rescate. La derecha desleal y traidora esperaba cualquier titubeo de AMLO para culparlo del sufrimiento de los connacionales, pero una vez más se tragan su amargura porque México ha dado una muestra más de que en el proceso de transformación la vida es lo más sagrado. Por ello los programas que aseguran mejor calidad a la sobrevivencia social. Y ni modo que sea invento.
No pasará entonces, mucho tiempo sin que la totalidad de los ausentes regresen a la patria, aún aquellos(as) en situación difícil, gracias a gestiones diplomáticas y apego a la política tradicional de respeto a las formas de gobierno de cualquier país, con frecuencia reiterado por el presidente López Obrador. Al parecer existen secuestros de mexicas por parte de Hamás que estarían a punto de ser liberados. Ojalá.
POR LA TRADICIÓN…
Y hablando de rescates, aunque de otro tipo, Tamaulipas vive días de excelencia en el marco del XX1 Festival de la Costa del Seno Mexicano de gran auge en el gobierno de Américo Villarreal Guerra que ahora su hijo, el actual mandatario, impulsa con entusiasmo después de que el evento fuera olvidado por regímenes ignorantes y de objetivos muy lejanos al bienestar popular.
Villarreal Anaya ha puesto en práctica la política cultural como parte importante de su administración, así es como la población tiene oportunidad de apreciar de nuevo y a plenitud, la creatividad no solo de nuestro estado sino de distintas partes, incluso del extranjero. Y de forma gratuita que sin duda “es lo más mejor”, por la sencilla razón de no significar sangría al presupuesto familiar.
En verdad extrañábamos esta ápoca en que plazas y teatros se convertían en centros de disfrute artístico y cultural de todo tipo. Qué bien que regresamos a los buenos tiempos para Tamaulipas después de doce años de pesadillas y represión.
El festival durará algunos días más, “y hay quiir”, para aprovechar este agradable menú de temporada.
SUCEDE QUE
Lucía y Arnulfo, matrimonio por razón de estado y nada más.
Y hasta la próxima.
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