Clemente Castro González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El problema no es que los próximos comicios se judicialicen en alto porcentaje sino que los integrantes del Poder Judicial, del ámbito electoral, actúen apegados en forma estricta a derecho.
Ahí es donde persiste la suspicacia porque los jurisconsultos a los que toca aplicar la ley y dar a cada quien lo que le corresponde, pueden dejarse llevar por sus intereses monetarios y partidistas.
Y es que si bien hay honrosas excepciones, no puede soslayarse que el Poder Judicial está cargado hacia la vertiente opositora. Peor aún, hay quienes se distinguen por favorecer a criminales, pese a que hay elementos para que sean encarcelados y purguen condenas.
Pero vamos con lo electoral. Puede darse el caso que, en los comicios venideros, los que se sienten dueños de las leyes y hasta de su “espíritu”, falten a los principios que deberían regir su conducta, como ya se ha dado, y se comporten marcadamente parciales a la hora de dar salida a litigios.
Al respecto, se sabe que el plan de la oposición aglutinada en el llamado Frente Amplio por México (PAN, PRI y PRD), movido por un grupo de empresarios, intelectuales y periodistas, pretenden recuperar la Presidencia de la República, a como dé lugar.
Pero si no lo logran, que es lo más probable, van por el Congreso de la Unión, con la meta de obtener mayoría o, en el peor de los escenarios, evitar que Morena y aliados obtengan la mayoría calificada.
Y es que el gran temor de los opositores y entre éstos los jerarcas del Poder Judicial, es que se hagan efectivas las reformas, algunas de las cuales han tumbado mediante procedimientos “legales”, con la finalidad de ponerle freno a la transformación.
Luego entonces, no es difícil imaginar que lloverán impugnaciones a los resultados de las elecciones y los opositores, con sus aliados del Poder Judicial, tratarán de ganar en la mesa lo que, seguramente, no lograrán en las urnas.
A estas alturas solo los despistados pueden creer que jueces, magistrados y ministros nada tienen que ver con los aspectos político-partidistas y que su comportamiento es probo.
Lo desfiguros los hemos visto a nivel federal y, guardadas las proporciones, en el ámbito local.
Se sabe que cuando estaba al frente de la administración estatal el panismo, las “órdenes” a los magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Tamaulipas se daban desde el gobierno.
Tan es así que, en no pocas ocasiones, instancias federales tuvieron que dar su brazo a torcer y le enmendaron la plana a los miembros del tribunal local.
Ello no significa que el ámbito federal sea de lo mejor sino que la presión ejercida hacia los altos mandos del Poder Judicial ha sido efectiva y no tanto para que den la razón sin tenerla sino para que sea haga justica dado los elementos y argumentos presentados.
Lo que viene por supuesto que será complejo, más si nos atenemos al activismo del Poder Judicial, en el orden federal, lo que no deja de influir en lo estatal.
Ahora mismo están con lo de la extinción de los fideicomisos (guardaditos) en donde acumularon miles de millones de pesos, cuyo uso estaba destinado a garantizar la buena vida a la alta jerarquía de Poder Judicial.
De hecho para defender privilegios, los que mueven el pandero de éste poder, han promovido marchas y plantones de trabajadores, a las que han asistido prominentes personajes a fin de gritar a los cuatro vientos que se trata de una arbitrariedad que afectará los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, el propio LÓPEZ OBRADOR ha dicho que no se pone en riesgo jubilaciones y pensiones y que éstas están garantizadas.
Pese a ello, ya se dieron un amparo, para evitar que el proceso siga y se acabe con los fideicomisos. Ello mereció el festejo de la oposición.
¿Acaso lo que sucede nada tiene que ver con los asuntos del poder y lo electoral?
Por cierto el guía regional de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito federales, GUILLERMO CUAUTLE VARGAS, dio su posicionamiento en esta ciudad capital, el cual, en esencia, se opone a la extinción de los fideicomisos.
Lo propio hacen sus colegas en diversos puntos de la geografía nacional. Es decir, andan en campaña.
Queda claro que el Poder Judicial Federal, entiéndase su organismo especializado en lo electoral, pueden jugar chueco en las elecciones en tanto que saben cómo hacerlo y tienen sus querencias político-partidistas.
En lo organización hablamos de funciones y ámbitos de competencia distintos; en cuanto al manejo del poder no sorprendería que haya causa común.
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