Por Agencias
Ciudad de México.- El América jugó con los nervios de sus aficionados más optimistas. Escaló hasta la cumbre de un estadio Azteca repleto como en sus mejores noches, pero estuvo lejos de vencer de forma simple al León 2-0, (4-2 global), un rival que nunca pudo amigarse con el trabajo de los silbantes y terminó eliminado en los cuartos de final de la Liga, en medio de una batalla campal entre aficionados de ambos equipos en la parte alta de la cabecera sur.
La Fiera debía jugar a fondo en la casa del líder para mantener sus aspiraciones de un campeonato. Por momentos proyectó la posibilidad de un final de película, pero no pudo cambiar su suerte pese al gran rendimiento de Federico Viñas, su figura en el ataque.
Más que competir a mil revoluciones, los Panzas Verdes manejaron con temple el partido de vuelta de la eliminatoria. El América buscó que esa fuerte oposición estuviera al alcance de sus delanteros más letales: Henry Martín, Alejandro Zendejas y Julián Quiñones.
Claro que esa apuesta tiene sus riesgos y no siempre da resultados, sobre todo cuando en frente hay estudiosos entrenadores que imaginan el terreno de juego como un tablero de ajedrez. Larcamón pertenece a ese grupo selecto de inteligentes estrategas, por más que la liguilla y algunas cuestiones arbitrales sigan sin favorecerle en el futbol mexicano.
Vista desde afuera por especialistas y ex profesionales, la Comisión de Árbitros se ha convertido en un teatro de operaciones de acciones polémicas. Los silbantes son acusados de decisiones que no pueden comprobar, pese a que el VAR fue implementado como herramienta de justicia desde octubre de 2018. El gol de Henry Martín en el partido de ida es una de ellas. Ninguna imagen en televisión, mediante el uso de líneas y vectores, pudo marcar con claridad que el empate del América era legítimo (1-1, del 2-2 final). Y todo ello se extendió para la vuelta.
Otra vez Henry, ahora derribado por un empujón de Adonis Frías por la espalda, cambió la historia de la noche con un penal que sirvió de alivio. El capitán americanista cedió la pelota a Quiñones y éste, con una definición a lo Panenka, terminó con las aspiraciones del León con el 1-0 y 3-2 en el global (61). Más tarde Henry hizo el 2-0 en un tiro de esquina (85).
La mayor recompensa para el plantel de las Águilas fue cambiar los silbidos y abucheos con el 2-0 de Henry en un tiro de esquina (85). Casi enseguida, aficionados de ambos de equipos protagonizaron otra escena de violencia en la parte alta de la cabecera sura con un intercambio de golpes y objetos en el que fue inútil la intervención policial.
Los leoneses eran desalojados de las gradas, pero se enfrentaron a un gran número de americanistas que se valieron de contenedores de cerveza para agredirlos. Después de varios minutos, los elementos de seguridad lograron escoltar a los visitantes hacia la puerta de salida.
A su salida del estadio, Larcamón prefirió no opinar del desempeño del árbitro Fernando Guerrero. “Cuando quedas eliminado es difícil irte con una sensación positiva”, dijo y, de paso, manifestó su descontento ante las declaraciones de su colega André Jardine, quien pidió “justicia” en el partido de vuelta.
“Del árbitro prefiero no hablar. Me gustaría que los técnicos no hablemos. No me parecieron oportunas las declaraciones previas al partido de André (Jardine), se lo dije. No me gustaron, me parecieron inoportunas. Yo prefiero no hablar. Con el equipo que tiene está para poner el foco en otras cosas”, afirmó. (Alberto Aceves/La Jornada).
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