Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Intelectuales encabezados por esas “finísimas” personas que son Enrique Krauze, Jorge Castañeda, Raymundo Riva Palacio y Héctor Aguilar Camín, llamaron a votar por Xóchitl Gálvez el 2 de junio. Forman parte de los favorecidos por el neoliberalismo que en el presente régimen han mostrado enojo, coraje y odio contra AMLO, Morena y la 4T debido a la pérdida de sus privilegios. Dicen estar contra la antidemocracia, pero nadie ha evitado que muestren su inconformidad de la forma que mejor les plazca.
La mayoría de los hipócritas “defensores de la libertad y la justicia”, utilizan los medios de comunicación para insultar y atacar al supremo gobierno. No son pocos los que públicamente desean la muerte del presidente de México, ni son menos los que solicitan intervención extranjera para detener el “comunismo” que, según ellos, invade la república disfrazado de programas sociales.
Aseguran luchar contra “la dictadura” pero no son perseguidos, reprimidos o asesinados, como se acostumbra en los sistemas totalitarios, por el contrario, algunos cuentan con protección oficial ante presuntas amenazas que ponen en riesgo la seguridad personal y familiar. En este sentido las autoridades no escatiman recursos considerando que la libertad de expresión es una de las más valiosas conquistas, por lo tanto, obligado es garantizarla aun con los excesos a que son tan afectos los voceros del neo porfirismo.
Los personajes en cuestión no son precisamente de los que apoyan causas populares por la sencilla razón de que pertenecen a la reacción y por tanto alientan todo lo que tenga que ver con la marginación social. En su momento aplaudieron las llamadas “reformas” cuyo objetivo fue destruir la industria nacional y entregar los recursos naturales al capital privado. De igual forma hicieron cuando Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Felipe Calderón regalaron la mayor parte del patrimonio común, como Ferrocarriles, Teléfonos, PEMEX, CFE, etc., convirtiéndose en traidores a la patria sin excusa ni pretexto.
Nada dijeron ante el empobrecimiento de más de 60 millones de mexicanos debido a la política económica entreguista y al saqueo que padeció el país durante 36 años. Eso sí, sonrieron, (porque discriminan y son racistas), por el pisoteo de los derechos de los trabajadores en general, incluidos los maestros que como jamás en la historia, fueron humillados y vergonzosamente sometidos a salarios de hambre y pérdida de conquistas históricas ahora rescatadas por el gobierno de AMLO.
Y por supuesto cerraron los ojos cuando la oligarquía convirtió deudas privadas en públicas, como sucedió con el Fobaproa, que quién sabe cuántas generaciones deberán seguir pagando. También se dicen “ecologistas” pero se hicieron pendejos cuando llegó la inversión al sureste destruyendo gran parte de la naturaleza para beneficio económico de extranjeros. En concreto, esta es la clase de personas que apoyan a Xóchitl Gálvez. Pelaos estos.
SUCEDE QUE
Bueno sería investigar porqué en Tamaulipas se multiplican los incendios forestales, sobre todo en puntos estratégicos como “El Cielo” en Gómez Farías o “El cañón del novillo”. ¿Qué tal y resulta que son provocados?. Recordad que la ultraderecha es “mala de malolandia”, sin detenerse a considerar el daño, que entre más perjudicial sea para la sociedad mejor lo celebra. Y está tan desesperada que es capaz de todo y algo más. Habrá entonces, que vigilar con cuidado sus pasos, cuando menos hasta que transcurran las elecciones y no quede más remedio que resignarse a la derrota.
Y hasta la próxima.
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