Max Ávila
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Durante “la mañanera” de este jueves, AMLO volvió a justificar por qué no se enjuició a ex presidentes como responsables de corrupción y otros delitos por los que debieran estar en la cárcel. Insistió en que prefirió ver hacia el futuro que ocupar el tiempo en perseguir a los que saquearon y traicionaron a la nación. Fue la respuesta a una reportera que preguntó sobre la impunidad que disfruta la delincuencia de cuello blanco.
El Presidente de México se escudó en la fallida consulta que no reunió el suficiente porcentaje para llamar a cuentas a quienes desde el cargo más importante operaron medidas ordenadas por el Fondo Monetario Internacional que produjeron pobreza en casi la mitad de la población y destrucción de la industria nacional, además de entregar sin escrúpulos la mayor parte del territorio y por consecuencia, los recursos naturales al capital privado.
Como sabéis, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, ríen a carcajadas desde sus guaridas en el extranjero, No así Vicente Fox que envalentonado por los efectos de la mariguana de la que es promotor y consumidor, de vez en vez envía venenosos lancetazos enroscado como las serpientes, desde su rancho en san Francisco del Rincón en Guanajuato.
En el evento señalado AMLO se vio obligado a tocar lo sucedido en SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana), dependencia que naciera bajo los mejores propósitos de apoyar al campo y a los sectores marginados, que finalmente se convirtió en nido de ratas que sustrajeron nada menos que 15 mil 300 millones de pesos, de acuerdo a investigación realizada por la Auditoría Superior de la Nación. Dinero irrecuperable a pesar de las afirmaciones del supremo gobierno en sentido contrario. (De tontos lo van a regresar, “lo caído, caído”, mejor un tiempito a la sombra).
Al parecer algunos de los presuntos culpables están encerrados, pero no el mero ex director al que la opinión pública supone jefe de la banda. Se trata de Ignacio Ovalle Fernández quien en lugar de enfrentar el juicio correspondiente fue premiado nombrándolo Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal, cargo desde el que no se sabe hasta dónde aporta en el proceso de transformación con el pasado turbio sobre sus espaldas. Recordéis que fue secretario particular de Luis Echeverría, después subsecretario de la Presidencia y no dejó de participar en los regímenes priistas desde Echeverría hasta EPN. A los ojos del ciudadano de a pie, este es un caso de evidente impunidad.
En diversas ocasiones hemos sostenido que el combate a la corrupción fracasó en razón de que los operadores de la inmoralidad están libres. Así de simple. Ejemplos sobran y no se requiere mucha ciencia para identificar a los y las que a la sombra del poder enriquecen “explicablemente” sin perder siquiera prestigio social, al contrario, son ubicados como referente de éxito digno de imitar. Aquí mismo en Tamaulipas, recuerde a muchos que utilizaron (y algunos lo siguen haciendo), cargos públicos para resolver el problema económico y de varias generaciones de su familia Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
Por el rumbo de Jiménez, a la altura del rancho “El Tinieblo” se proyecta construir la escultura monumental de un venado, obra que solicitan varios artistas tamaulipecos, sin embargo, ya les informaron que será realizada por colegas de otra entidad. Queda la opción de recurrir al gobernador Américo Villarreal Anaya que sin duda los escuchará y confían accederá a su justa petición…Por otra parte, no le busquen, José Ramón Gómez Leal no impresiona a nadie y menos con la sombra de su cuñado que lo sigue a todas partes. Además, la buena suerte también tiene fecha de caducidad.
Y hasta la próxima.
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