Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los servicios de salud en general son deplorables y la falta medicamentos y suministros en la mayoría de los hospitales públicos es un problema persistente porque nada ha mejorado con el IMSS Bienestar, acusó Adolfo Sierra Medina
El secretario general de la Sección 51 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), resumió que la calidad y la atención digna sigue siendo un reto para el sistema de salud, el cual, reiteró, está muy lejos asemejarse al de Dinamarca.
“Tenemos una salud muy precaria porque no se cuenta con lo mínimo para atender a los pacientes. Por ejemplo el Hospital Carlos Canseco de Tampico sigue colapsado y sin medicamentos; no tenemos material de curación, reactivos para laboratorios, la lavandería está fuera de servicio, la red sanitaria también colapsada, igual rayos X y no hay tomógrafos; en este hospital hay una lista de espera donde se van posponiendo las cirugías por falta de personal y de material”.
Aseguró que la mayoría de los hospitales públicos, esos que fueron transferidos al IMSS Bienestar, viven una realidad semejante a la que se vive en el Carlos Canseco.
A De acuerdo con Sierra Medina la transferencia o federalización de los servicios de salud fue un error, porque no se empezó con el primer paso sino que empezaron con el paso dos.
“Mi percepción es que fue un gran error del ex presidente Andrés Manuel López Obrador; primero debieron ver y aceptar la realidad de los hospitales, la situación crítica en la que se encuentran y contar con el recurso para mejorar todo lo que hacía falta mejorar pero; la verdad no estuvimos preparados para esa transición”.
El eterno dirigente sindical de la Sección 51 del SNTSA dijo que más que cuestionar a los funcionarios sobre las condiciones en las que se encuentran los nosocomios, el abasto de medicamentos, de insumos y de otros servicios, es al derechohabiente al que se le debería dar voz para que sea el que opine lo que diariamente le toca vivir cuando acude a consulta o a las farmacias por medicamentos.
“Es que si preguntamos a los funcionarios pues qué nos van a decir, pues que todo está bien, que están mejorando, van a minimizar los problemas, pero es el paciente, el derechohabiente el que tiene la opinión real, porque es él que está batallando y sufriendo por esa deficiente atención”, concluyó.
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