Por Agencias
Ciudad de México.- Cada victoria que consigue el América en la Liga Mx hace ruido. Es un equipo competitivo y demoledor. Aunque muchos de sus principales críticos veían en la visita del Toluca al estadio Azteca una prueba para medir sus alcances, las Águilas, tan pronto como pusieron en valor su poder, consiguieron una goleada memorable (5-1) para ser líderes en solitario.
El encuentro era tan atractivo, tan importante para definir el curso del torneo en las últimas dos fechas, que provocó filas interminables en los principales accesos y una fiesta popular en las calles. Ante tal escenario, el América supo llevar a los Diablos contra las cuerdas. Estuvo todo lo cerca que se puede estar de la victoria: impuso su juego, se equivocó menos y convirtió cada ataque en un examen doloroso para la defensa escarlata. Por momentos dio la sensación de tener algo más si era necesario, aunque se guardó lo mejor para el último instante, ya cuando los goles del chileno Diego Valdés (9 y 24) y Henry Martín (15) habían sentenciado la noche.
Martín, quien convirtió una triangulación entre Alejandro Zendejas y el chileno Valdés en el 2-1 del América, alcanzó 99 anotaciones en el club, las mismas que el legendario y multicampeón Carlos Reinoso. Al otro lado de la felicidad americanista, el Toluca fue un edificio en plena demolición. Sus mediocampistas provocaron incendios con su imprecisión en los pases y, aunque reclamaron al árbitro presuntas ayudas a los locales, quedaron borrados del terreno de juego.
Valdés amplió la cuenta con el tercero (24) en una acción que reclamó el técnico portugués Renato Paiva por una presunta posición adelantada. El cuarto (73) y el quinto gol (82) de una noche al ritmo de mambo corrió por cuenta del colombiano mexicano Julián Quiñones, a quien le bastaron menos de 45 minutos para sellar el pozo de su rival.
La misma frustración de los Diablos derivó en reclamos y gritos a varios metros de distancia entre compañeros, como en el caso de Tiago Vopi y sus defensas Juan Escobar y Federico Pereira. Para las Águilas, los tres puntos significaron la garantía del primer lugar, donde ahora registran 32 puntos en solitario, a tres de los escarlatas y de Cruz Azul.
A su salida de los vestidores, el técnico Paiva reconoció la superioridad de su rival. “Este resultado no nos define. Hubo muchos errores, pero es un partido fácil de analizar. El América ha sido mejor que nosotros en casi todos los momentos del juego. En consistencia, calidad. Llegamos aquí con la intención de jugar nuestro juego, pero ellos lo hicieron mejor”. (Alberto Aceves/La Jornada).
Discussion about this post