Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Está muy lejos la sucesión del gobierno, pero las circunstancias lo van orillando a participar. En los siguientes días el senador Américo Villarreal Anaya abrirá en ciudad Victoria su oficina de gestión, ahí donde tenía su consultorio de cardiólogo, 19 y 20 Hidalgo.
Está dispuesto a jugársela en el 2022, sea por dos o cinco años.
Dentro de las siglas de Morena sería la posición del centro del estado. Por el norte se mueve Héctor Martín Garza González, el tamaulipeco más encumbrado en el gobierno de la Cuarta Transformación. Actúa con discreción pero no oculta sus aspiraciones. Ya fue candidato en el 2016.
Américo es originario de ciudad Victoria donde tiene el mayor número de partidarios. Aquí radicó su padre el ex Gobernador aún después de concluida la administración. Independientemente de partidos, gozan de simpatías entre la sociedad.
Es así que, cada semana, un grupo de partidarios se reúnen en un lugar de la mancha urbana para compartir futurismo y hacer “por la causa”.
El grupo se denomina Transformación Democrática. Por ahora lo integran alrededor de 60 personas coordinadas por Pedro Alfaro, donde también tienen cabida los candidatos y candidatas morenistas en campaña.
A tres años de la elección del siguiente gobernador, y si el elegido por la “consulta” es el senador, nadie les podrá negar que traen la camiseta bien puesta.
Por cierto, está anunciada la visita de la jefa nacional Yeidckol Ponevnsky entre el 11 y 12 de mayo, al menos en la ciudad capital, para apoyar a sus candidatos. Es la segunda gerente nacional partidista luego que Claudia Ruiz Massieu anduvo por aquí este lunes.
Si seguimos con los pejistas, a través de la página oficial de sueldos y salarios, ahora sabemos que el “superdelegado” José Ramón Gómez Leal se lleva al mes 122 mil varos, sin descuento de impuestos.
Bueno, ya no es tan “super” porque la verdad es que el joven no ha dado con bola. No ha podido con el paquete de arrancar la coordinación tal y como lo anunció Don Peje desde antes y después de tomar posición. Las delegaciones no han desaparecido.
Gómez Leal solo coordina los programas, lo social, lo más urgente cuando estamos en año electoral.
Según el dato, a cinco meses del arranque del gobierno, sus ocho principales colaboradores no han entrado a nómina. Cobran por honorarios.
Esto nos da a entender que no se sabe a qué dependencia están adscritos: Claudia Alejandra Hernández Sáenz, coordinadora en Reynosa; Silvia María Burgos Sánchez, Matamoros; Elizabeth Cruz Hernández, Madero; Micaela Martínez Narváez, Victoria; Pedro Castillo Ríos, El Mante; José Heriberto Cantú Deandar, Nuevo Laredo; Mario Eloy Ochoa Garza, San Fernando, y Julio César Hernández Molina, Soto la Marina.
Es más, de este último, residente de El Mante, no hay dato que esté cobrando. Es el único fuera de honorarios.
¿Cuántos se llevarán por mesquite? Todos lo mismo, sin discriminación 73 mil 503.
Van cinco meses, decíamos, y el joven JR no puede con el paquete. No se sabe de sus actividades; le falta un coordinador de comunicación social. Debe cacaraquear los huevos de la gallina pejista.
El señor López prometió que eliminaría las delegaciones, pero ahí siguen. Algunas tienen nuevos jefes, lo que significa que no desaparecen.
En la capital el delegado concentrará a su equipo en el corazón de la mancha urbana, 17 Hidalgo. Ya rentaron el edificio para instalar sus despachos. Ahí tendrán a la vista al zumbero Xico González, el alcalde.
Con que el de Reynosa no se vaya a contagiar de las malas artes del de Torreón porque, entonces sí, nos va a cargar el payaso.
Hay nuevo delegado en el IMSS, Fernando López Gómez, una descentralizada que no estará bajo la lupa del “super”, ni el ISSSTE a donde llegó un Eduardo Martínez Bermea, tan “nuevecitos” que no aparecen en la nómina del gobierno.
Recién fue designado el director de SCT, Ricardo Ortiz Estada, quien cobra 122 mil, y tampoco estará bajo las órdenes del JR.
Nueva la ex priísta Rosa María Muela Morales, de Prospera. Es la que menos sueldo percibe, con 37 mil varos cada 30 días.
No es de entender lo que quiere el Presidente López Obrador. Se pronuncia en contra de la burocracia, pero sigue engordando las nóminas. Con Gómez Leal habrá ocho generales y generalas más, y sigue la mata dando.
A cinco meses, sigue cobrando el delegado de Gobernación, Eliseo Castillo Tejeda, limpios los 78 mil que tenía desde el gobierno de Peña Nieto ¿acaso la 4T no le encuentra sucesor?.
Renunció -o despidieron al delegado de Sagarpa -ahora Seder- Eduardo Mansilla Gómez, pero ahí siguen cuatro subdelegados cobrando.
Ellos son: Francisco Antonio Banda Gómez, subdelegado de Planeación y Desarrollo Rural (53 mil pesos por mes); José Alberto Cárdenas Olivares, subdelegado Agropecuario; Román Rigoberto Garza Infante, del administrativo, y un subdelegado de Pesca.
La misma burocracia.
En el Registro Agrario Nacional ya no está Hemenegildo García Walle; ni en Profeco Martha Guevara de la Rosa, o Trinidad Gómez Carrasco en Diconsa ¿nombrarlos son atribuciones de JR?. Las presiones partidistas no lo dejan tomar decisiones.
En aduanas hubo cambios, pero en las últimas horas el Presidente López anunció enroques. Que los mandos los tomarán militares.
Pasa el tiempo y no está el equipo de colaboradores, menos saben las funciones que tendrán cada uno. Hay indefinición. Pareciera que las acciones se toman en respuesta a emociones y no en un plan definido de gobierno.
Por cierto, para las próximas horas AMLO anunciará el Plan Nacional de Desarrollo ¿qué podemos esperar?. No creo que mucho. Si no se ponen de acuerdo entre ellos, menos lo van a hacer con la sociedad. Necesitan trabajar ya, dejar de agredir a organizaciones y grupos que piensan diferente a ellos, como la prensa “fifí”.
Este martes tiene actividades el Congreso de Tamaulipas, trabajo en comisiones y sesión plenaria.
Discussion about this post